Los excesos de antaño de las cajas les pasan ahora una factura económica y laboral muy cara. Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia se quedarán reducidas a la mínima expresión. Tienen que reducir drásticamente sus plantillas, recortar a la mitad su red de oficinas, dejar de dar crédito a promotores y transferir al banco malo, suelo y pisos asumiendo pérdidas superiores al 50 por ciento. A cambio, Bruselas ayudará a estas 4 entidades con 37.000 millones de euros. Para que la factura no suba más, accionistas, tenedores de preferentes y de deuda subordinada tendrán que asumir pérdidas por valor de 10 mil millones de euros.