El FMI advierte de que las grandes economías mundiales se encuentran en la cuerda floja de la confianza financiera. Y que la única forma de recuperar ese crédito es dar un paso más allá en las reformas. Aunque en palabras de la propia Christine Lagarde, los ajustes deben adaptarse a las condiciones y situación económica de cada país. Unas palabras que podrían servir de bombona de oxígeno para la eurozona y, sobre todo, para países como España, Grecia y Portugal, donde los ajustes llevan meses transformados en recortes en Sanidad y Educación.