La NASA comparte una vez más los misterios de nuestro planeta vistos desde el espacio. Y aunque las auroras boreales tienen una explicación científica, poder contemplarlas desde el punto de vista de un tripulante de la Estación Espacial Internacional es toda una maravilla. Las luces de diferentes tonalidades que parecen bailar sobre los polos terrestres son el resultado del impacto de infinidad de protones y electrones contra nuestra atmósfera. Un fenómeno visible de octubre a marzo. Y también en otros meses del año siempre y cuando la temperatura atmosférica sea lo suficientemente baja.