El increíble cambio de Pilar Soto, del Grand Prix a una vida de fe y superación

Era una de las caras más conocidas del programa

Con el paso del tiempo, se alejó de los focos y las cámaras

Ramón García y Pilar Soto

Ramón García y Pilar Soto / RUBEN MORENO MORENO

Durante los años 90 y principios de los 2000, el programa de televisión Grand Prix fue todo un fenómeno en España, y una de sus caras más conocidas fue Pilar Soto. Sin embargo, tras alcanzar el éxito, su vida dio un giro inesperado. En medio de una desenfrenada carrera por mantener el ritmo de la fama, la actriz cayó en una dolorosa bulimia y luchó contra problemas de salud derivados de su descontrolado estilo de vida.

A pesar de su fama, Pilar se sentía sola y vacía, sin raíces ni personas que la esperaran al volver de sus constantes viajes. Fue en un momento crítico, tras participar en el reality La isla de los famosos, cuando llamó a Cristo y experimentó una reveladora conexión espiritual. A partir de ese momento, su vida tomó un nuevo rumbo.

Su cambio de vida

Abandonando los excesos y los malos hábitos, Pilar se entregó a la oración, la lectura diaria y la devoción al rosario. Realizó peregrinaciones a lugares sagrados como Tierra Santa, Lourdes, Fátima, Medjugorje y Asís. Aunque mantuvo algunas apariciones en medios de comunicación, se alejó del foco mediático y se dedicó de lleno a su fe.

Hoy en día, Pilar Soto lleva una vida más discreta, lejos de los escenarios y las cámaras, pero llena de espiritualidad y devoción. Su transformación es un ejemplo de superación y fortaleza, demostrando que, a pesar de las adversidades, es posible encontrar la paz y la felicidad. En su caso, la clave para mejorar su vida fue alejarse de los excesos y los focos, para centrarse en su espiritualidad.