El último baile de Don Carnal en Toro

El "Entierro de la Sardina" despide los antruejos toresanos hasta el año que viene

Carroza presidida por la sardina. | C. T.

Carroza presidida por la sardina. | C. T. / Carmen Toro

Carmen Toro

La algarabía y el colorido de los días pasados ha dejado paso a la tristeza de la despedida del Carnaval, y las lágrimas y el luto han inundado las calles toresanas.

En la tarde del Miércoles de Ceniza, numerosos toresanos han acudido, con mucha tristeza y pesar, al entierro de Don Carnal, representado en la figura de la sardina.

Unos niños portan a hombros a una pequeña sardina. | C. T.

Unos niños portan a hombros a una pequeña sardina. | C. T. / Carmen Toro

Así, Don Carnal se ha despedido, una vez más, hasta el año que viene y ha dado paso a Doña Cuaresma, que habitará la Ciudad de las Leyes durante los próximos cuarenta días.

Y, para despedir a un "toresano" tan ilustre, sus paisanos han organizado unos funerales con todos los honores.

El cura  preside el «Entierro de la Sardina» . | C. T.

El cura preside el «Entierro de la Sardina» . | C. T. / Carmen Toro

Así, el cortejo fúnebre que ha servido para representar el "Entierro de la Sardina" ha partido en la tarde de ayer en una procesión que ha tenido salida en la plaza de San Francisco.

En el mismo, ha participado la carroza presidida por la colorida sardina, protagonista de la tarde del Miércoles de Ceniza. Además, otra sardina de tamaño más pequeño ha sido portada a hombros por algunos niños toresanos, que ya saben lo que es vivir la alegría del Carnaval y, también, sentir la tristeza de su despedida.

Por supuesto, en el cortejo fúnebre no podían faltar ni el cura encargado de presidir las honras fúnebres ni tampoco la tradicional figura de las plañideras, ataviadas de riguroso luto para la ocasión y rotas de dolor por la pena de tener que despedir a un gran amigo, el Carnaval toresano.

El cortejo fúnebre ha estado asistido en su recorrido bajo la experta dirección del grupo "Rurro Teatro", artífice de las figuras de las sardinas, y acompañado musicalmente por la charanga "El Flow".

Tras partir desde la plaza de San Francisco, la "procesión" ha continuado su recorrido, con algunas paradas para reponer fuerzas a base de chcolate y churros, por la calle Victoriana Villachica, avenida Carlos Latorre, hasta llegar al Arco de Corredera, donde ha tenido lugar un pequeño espectáculo de pirotecnia, para continuar por la calle Corredera, la plaza de Santa Marina, calle Puerta del Mercado y finalizar en la plaza Mayor, donde en "La Glorieta" esperaba preparada la hoguera en la que ardería el cuerpo de la sardina.

Allí mismo, tras la despedida, todos los asistentes han sido "consolados" con la tradicional "sardinada" que ha sido ofrecida por el bar "Imperial" y el estanco "J&S".

Además, como no podía ser de otra manera, la ingesta de las sardinas asadas ha estado acompañada por vino de Toro, por gentileza de la Denominación de Origen.

El fuego ha elevado al cielo toresano los restos del espíritu carnavalero que estos días se ha respirado en la localidad por doquier, y ha dejado abierta la esperanza de que, dentro de un año, unos viejos amigos, como son la ciudad de Toro y sus habitantes y el Carnaval, vuelvan a encontrarse y vuelvan a vibrar juntos con alegría, colorido y diversión.

Hasta entonces, en la memoria toresana permanecerá el recuerdo de unos días vividos intensamente como pocos. Y quedará la esperanza de volver a echar un últimobaile con Don Carnal.

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