El paraíso (no) perdido de Toro

Los toresanos subestiman las librerías "debido al auge de las tecnologías", pero estos estos establecimientos promocionan la cultura y educación

Una joven  mira un escaparate de una librería de la localidad toresana. | I. A.

Una joven mira un escaparate de una librería de la localidad toresana. | I. A. / Irene Alfageme

Irene Alfageme

"Cuando estoy triste o estresada voy a una librería a ver qué libros hay. Eso me tranquiliza y me relaja". Esta es la declaración de una joven toresana que, asegura, un año, durante la época de exámenes estaba estresada estudiando en su casa, y, para poder relajarse y seguir, fue a una librería.

Y es que, a pesar de que hoy en día lo digital y sus ventajas prevalecen en muchas ocasiones, estos espacios de cultura siguen existiendo y estando "a pie de cañón" para ofrecer una experiencia diferente al cliente y usuario. Por todo ello, el sábado 11 de noviembre de 2023 se celebra el Día de las Librerías.

El auge de Internet, las compras online y su facilidad ha provocado que muchos lectores –sobre todo los jóvenes– prefieran esta opción, en lugar de moverse de casa e ir hasta un establecimiento de venta de libros. "Creo que hoy en día las librerías han perdido mucha de la importancia que tenían en el pasado, ya que, actualmente, la población en general prefiere comprar por internet que acercarse al comercio local", manifiesta una joven toresana. Y es que, para muchos jóvenes, la digitalización de los libros se ha impuesto sobre la experiencia de compra. "Para mí es más cómodo poder descargarme el libro desde el móvil que tener que buscar una librería e ir hasta allí", narra otra joven de la localidad. A pesar de todas estas declaraciones, una de las encuestadas asegura que las librerías sí que tienen un papel importante en su vida, ya que, ha crecido rodeada de libros.

Otro de los aspectos a tratar es sobre la educación: ¿estos establecimientos promocionan la cultura y la educación? En líneas generales: "sí", aunque los toresanos piensan que en diferentes medidas; mientras para unos sí que desempeñan un papel muy importante, ya que gracias a un libro se puede aprender y culturizarse, para otros esa promoción cultural la hacen a través de los escaparates atractivos, ya que, a través de ellos "se puede llamar la atención a posibles clientes", indica un toresano.

Pero ¿y los jóvenes? ¿se sienten atraídos? En este caso, poniendo en el punto de mira a la localidad toresana, sus ciudadanos creen que poco. Alguna de las razones de ello son las nuevas tecnologías, ya que "viven pegados a ellas", asegura un ciudadano. A pesar del auge de la electrónica y el gran interés que los jóvenes tienen por esta, parte de los toresanos piensa que las librerías no fomentan el habito de la lectura, siendo estas sólo un intermediario entre el libro y el cliente. Pero, esta no es una opinión unánime, ya que, a lo largo de los años, las librerías se han ido transformando para no solamente ser "una tienda de libros", sino también un lugar donde vivir una experiencia mayor, con asesoría por parte del librero o, incluso, impartiendo talleres.

A pesar de esta teoría, muy utilizada en los establecimientos de ciudades más grandes con más población, ¿en Toro serían útiles los talleres en las librerías? Aunque para muchos es "una gran idea", ya que provocaría que más clientes entraran y se reforzaría el hábito lector, hay que tener en cuenta "los beneficios", o eso opinan los toresanos, ya que, "hoy en día es un mercado que tiene poco movimiento e incluso en ocasiones es difícil llegar a cubrir los gastos", incide una mujer. Por lo que en este caso cabria preguntar: ¿cuántas personas acudirían a estos talleres en Toro? Y la cuestión principal: ¿hay mucha gente lectora en la localidad?

En Toro sí que la hay, "aunque principalmente gran parte de esa población lectora es de mediana edad". En este caso, la opinión es unánime. Y es que no hace falta que los toresanos hagan un estudio de mercado, tan solo hace falta observar: ver que los más jóvenes están "pegados" a un aparato electrónico; ver que a las librerías entran personas más mayores. "Yo creo que las personas que más consumen en librerías, en Toro, son aquellas que tienen más de 30 años", infiere una mujer consumidora.

A pesar de la importancia de estos establecimientos, en la localidad, hace años, existían seis librerías, y, actualmente, quedan la mitad; pero, como todo, funciona en relación con la demanda que exista: "Las librerías que hay, aunque pocas, van acordes con la demanda que hay", opina una joven. "En Toro, salvo en septiembre con el inicio del curso, dudo que hiciesen falta más librerías, ya que durante el resto del año no hay gran demanda en este sector", continúa diciendo.

En cuanto a la accesibilidad de los libros por los consumidores, los toresanos creen que es la biblioteca pública la que es "fundamental", ya que desde esta institución todas las personas pueden acceder a los libros, sin necesidad de pagar dinero por ellos. Aunque esta opinión es común, también otros piensan que las librerías ofrecen más variedad de libros, porque "las personas podemos tener intereses distintos a los que podemos encontrar en las bibliotecas", manifiesta un ciudadano que opina que, a través de los establecimientos de venta, se pueden tener al alcance muchos libros "de infinidad de temas".

Y es que, las librerías se pueden llegar a convertir en ese "paraíso perdido", nombre de aquel poema narrativo de John Milton, de 1667; pero, a pesar de que en muchas ocasiones lo pueda parecer, "la resistencia" –título de un libro de Ernesto Sábato– de todos los lectores fieles, puede hacer que cambie de rumbo.

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