El mundo del tatuaje se consolida en Toro

Figuras geométricas, rostros, animales o motivos vegetales aparecen en Instagram o TikTok del estudio Melgar Tattoo, el segundo establecimiento de tatuajes en Toro que abrió sus puertas en enero. Las imágenes en las redes sociales son las nuevas paredes de un museo en el que los lienzos son la piel. "Cada vez hay más clientes, desde los 16 años hasta los 60". La aguja de tinta es el pincel con el que Daniel Melgar crea verdaderas obras de arte, desde una compleja diosa Medusa en una espalda hasta un sencillo corazón en un tobillo.

Hasta su estudio, en la calle Corredera, llegan aficionados al tatuaje de Zamora, Salamanca y Valladolid. El joven toresano practica este arte desde la cuna: "Los tatuajes son un sector en auge y dibujar es mi pasión desde pequeño, así que tener un estudio es mi sueño".

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Analiza las características que debe poseer un buen profesional del sector: "La clave del éxito está en moverse en diferentes estilos de tatuajes y, sobre todo, conseguir fama, te da caché", asegura Melgar. Con proyectos ambiciosos, predice lo que le espera en el futuro: "En 2025, quiero irme a Valencia y abrir otro estudio allí".

La moda entre los tatuadores es moverse por las ciudades de España, ganar fama y experiencia. "Estoy hablando con un chico de Barcelona que puede que venga aquí a tatuar y luego yo a su estudio también, irse una semana a alguna ciudad es lo más típico ahora".

Aunque viajar es una gran opción, las redes sociales ofrecen la oportunidad de exponer el trabajo al instante y sin desplazarse. Melgar sabe usarlas de la mejor manera: "Instagram y TikTok son las aplicaciones que más utilizo, hago vídeos a los tatuajes y los publico".

Es difícil calcular la edad media de la persona tatuada: "A los jóvenes de 16 años, ya les empiezan a llamar la atención los tatuajes y la franja de edad es hasta los 60 años", explica Melgar. La variedad de clientes y de dibujos que los clientes piden sorprende cada día al joven, cuenta la experiencia de hace unos días: "Por ejemplo, el otro día hice un tatuaje a una señora de 80 años, fue especial". Otros resultan más un reto: "El dibujo que más me gustó hacer es un realismo de la diosa griega Medusa, la sesión duró 4 o 5 horas".

El precio de los tatuajes incluye un enorme gasto del tatuador de materiales de "usar y tirar". Melgar recuerda las principales medidas higiénicas obligatorias en cualquier estudio: "Hay que desinfectar todo y cubrirlo con papel film. Luego preparar la zona de tatuaje, rasurar y desinfectarlo". Y una vez acabado el grabado, el cliente debe seguir unas pautas: "Tenerlo bien tapado hasta cierto tiempo, lavarlo con jabón y echarse una crema específica".

Desde los típicos "símbolos de infinito, corazones y anclas" hasta las ilustraciones más elaboradas, Melgar, con 21 años, ya es un artista del nuevo movimiento contemporáneo de los tatuajes.