Aurelia Prieto sopla 109 velas en Toro

La familia es el pilar de su vida y en su 109 cumpleaños, Aurelia Prieto Panero, ha recibido este martes 8 de agosto el regalo de poder compartir tan entrañable celebración con sus dos hijos, Agustín y Emilia, con sus tres nietas y tres bisnietos.

Aunque es una de las mujeres más longevas de la provincia y de Castilla y León, Aurelia conserva una memoria prodigiosa, en la que almacena infinidad de recuerdos de una vida sencilla dedicada a su familia, al campo y al cuidado del ganado en su pueblo natal, Tamame de Sayago.

Desde hace año y medio, y después de sufrir una lesión en una pierna de la que se ha recuperado, convive con trabajadores y usuarios de la residencia "San Agustín" que Cáritas gestiona en Toro, en la que recibe todas las atenciones y cuidados que precisa, además de numerosas muestras de cariño.

Con su simpatía, cercanía y carácter afable, Aurelia ha conquistado el corazón de sus compañeros y de los empleados de la residencia, que en el día de su 109 cumpleaños no faltaron a una fiesta inolvidable, a la que también asistieron sus familiares más cercanos, conscientes de que su presencia era el mejor regalo.

El 8 de agosto de 1914, Aurelia nació en Tamame de Sayago y su vida, como reconoció, "ha sido el campo", porque su marido se dedicaba a arar y a cosechar "las cuatro tierras que teníamos", arduo trabajo que la pareja compaginaba con el cuidado del ganado.

Episodios "duros"

De su pasado recuerda otros episodios "duros" como la Guerra Civil, en la que "lo pasamos muy mal", sobre todo por la incertidumbre de saber si el que entonces era su novio, Eliseo Crespo, "regresaría" al pueblo, ya que "muchos no libraron". Una vez concluida la contienda, Aurelia contrajo matrimonio con Elíseo, y el nacimiento de sus dos hijos colmó de felicidad a la pareja.

Durante casi 50 años, Aurelia vivió y trabajó en Tamame de Sayago hasta que falleció Eliseo, al que en el día de su 109 cumpleaños recordó emocionada.

No obstante, en su fiesta de cumpleaños, ha estado arropada por su familia, usuarios y trabajadores de la residencia con los que compartió una misa. Acto seguido, en un patio del centro geriátrico, Aurelia sopló las velas de la tarta y recibió, entre otros regalos, un ramo de flores y numerosos mensajes de cariño y buenos deseos. Durante el refresco, también disfrutó de la actuación de baile ofrecida por el grupo "Alboreá".

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