La Opinión de Zamora

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La "Noche Blanca" revaloriza el patrimonio de Toro

La ruta por 39 monumentos aderezada con conciertos musicales se consolida como un revulsivo turístico y atrae a miles de visitantes

Participantes en la “Noche Blanca” admiran el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal en el monasterio del Sancti Spíritus. | M. J. C.

Toro rezuma arte y su patrimonio monumental es el mejor testigo de su pasado histórico, además de uno de sus principales atractivos turísticos.

A ese valioso patrimonio se sumó la música, en una nueva edición de la “Noche Blanca” que, tras dos años suspendida por la pandemia, fue el reclamo perfecto para que los toresanos redescubrieran rincones con encanto y para demostrar su hospitalidad con los numerosos turistas que recalaron en Toro, atraídos por una iniciativa que se ha convertido en una de las citas más esperadas del verano.

Durante nueve horas, los participantes en la ruta por 39 monumentos pudieron disfrutar de una deliciosa experiencia, que fue aderezada con actuaciones musicales de diferentes géneros y que aportaron más encanto a los escenarios históricos.

Para facilitar las visitas a los monumentos y evitar esperas, el Ayuntamiento estableció diferentes franjas horarias que permitieron a los participantes disfrutar de una inmersión en el patrimonio de Toro y redescubrir algunos de sus emblemas, así como visitar por primera vez edificios que solo en la “Noche blanca” abren sus puertas al turismo.

El público disfruta del recital de Shuarma y Benjamín Prado. | M. J. C.

En un primer intervalo horario, los participantes en la iniciativa pudieron admirar hasta cinco monasterios, de los que solo el Sancti Spíritus realiza visitas guiadas durante buena parte del año.

Otros conventos, Santa Sofía, San José, Santa Clara o el de San Cayetano abrieron las puertas de sus iglesias y de otras estancias para que toresanos y visitantes pudieran sentir la esencia de la vida monacal.

Al primer tramo de la ruta se incorporaron por primera vez el palacio de los Marqueses de Alcañices o el del Obispo, que en la actualidad acogen el colegio y la casa fundacional del Amor de Dios, respectivamente.

Las visitas a los conventos y los dos palacios citados, se solaparon con la apertura de la Colegiata, una decena de iglesias o el Hospital de las Angustias y de los Pobres Convalecientes, recorrido al que, este año, se sumó la capilla de San Bartolomé, más conocida en Toro como la “capillita de los pobres”, que ha sido restaurada recientemente.

Hasta las tres de la mañana, toresanos y turistas, compartieron la experiencia de recorrer edificios civiles que atesoran un innegable valor histórico artístico como el propio Ayuntamiento, el palacio de los Condes de Requena, el Teatro Latorre, el Seminario menor que, tras su cesión por parte del Obispado, volvió a recobrar la vida que tuvo en épocas pasadas, o el Arco del Postigo que, por primera vez, se incorporó a la ruta trazada para celebrar la “Noche Blanca”.

Visitantes admiran el patio de la Cisterna en Santa Sofía. | M. J. C.

Al margen de su patrimonio, Toro también conserva numerosas bodegas subterráneas y seis de ellas recibieron a los visitantes, que se adentraron en un viaje al pasado y al origen de la tradición vinícola que pervive en el subsuelo de la ciudad.

La “Noche blanca” también brindó la oportunidad de recorrer las seis sedes de la exposición “La Iberoamericana” y admirar las obras aportadas por 35 mujeres artistas de seis países. Muchos optaron por dejar para el final del recorrido la visita a la histórica plaza de toros, en la que tuvo lugar el colofón a una noche mágica con dos conciertos.

De hecho, la música fue el hilo conductor que guío a muchos visitantes en su recorrido por el circuito monumental y que pudieron disfrutar, en diferentes escenarios, de los conciertos ofrecidos por formaciones toresanas como el grupo de cámara de la Escuela Municipal de Música, La Rondalla o la banda Cruce de Caminos.

Además de disfrutar del talento local, toresanos y turistas vibraron con el recital poético musical de Shuarma y Benjamín Prado en el claustro del monasterio del Sanctí Spíritus y la música en vivo interpretada por artistas y grupos como Ladri di Biciclette, Juana, Lucía González, Vicente Navarro, Cacia, Razkin, Nya de la Rubia, Dulzaro, Siloé, Vila Chinaski, Kuve o Majaretas del planeta.

Visitantes recorren el claustro del monasterio del Sancti Spíritus M. J. C.

En la celebración de la “Noche Blanca” cerca de medio centenar de voluntarios colaboraron en una iniciativa que, con el paso del tiempo se ha convertido en una cita que toresanos y visitantes marcan en el calendario, conscientes de que les deparará una experiencia mágica alumbrada por la luz de la luna de una noche de verano.

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