En la jornada celebrada en el Teatro Latorre también participó Elena González-Santacana, que ofreció una doble y completa visión sobre la gestión del agua, como farmacéutica que trabaja para la consejería de Sanidad de la Junta y como cooperante en países en vías de desarrollo. Durante su alocución, González-Santacana explicó a los estudiantes y profesores su experiencia como cooperante y su aportación a un programa de voluntariado subvencionado por la Junta que, en 2015, sirvió para implantar un sistema de abastecimiento en una comunidad indígena de Bolivia. Remarcó la ponente que en las zonas de selva de Bolivia el agua está muy contaminada y que su ingesta provoca una elevada tasa de mortandad infantil y distintas enfermedades. Para evitar que los habitantes de la comunidad tuvieran que recorrer varios kilómetros para acceder al agua potable, el proyecto en el que colaboró González-Santacana sirvió para implantar un sistema de "piletas" basado en la captación del agua de un manantial y su posterior cloración para su desinfección, aunque también permitió enseñar a los habitantes de la zona a mantenerlo y a reparar posibles averías.

Al margen de relatar esta experiencia como cooperante, la ponente también incidió en que el acceso al agua potable "es un derecho" reconocido por la ONU, pero alertó de que, en pocos años, por el crecimiento de la población y la mayor longevidad de los habitantes del planeta, se disparará el consumo, de ahí la importancia de adoptar medidas de ahorro. Del mismo modo, remarcó que las administraciones deben velar por una correcta gestión del agua y recordó que, en la actualidad, el mayor consumo se corresponde con el regadío agrícola, por lo que apostó por implantar sistemas más eficientes.