Con las medidas incluidas en el plan 2020, la compañía pretende garantizar la continuidad de un sector fundamental y pilar básico de desarrollo de comarcas como la de Toro. Y es que, hasta el año 2008 cuando los cultivadores percibían 48 euros por tonelada, la superficie sembrada alcanzaba las 80.000 hectáreas. A partir de la reforma de la Organización Común del Mercado y la progresiva rebaja de precios hasta los 26 euros por tonelada y de los incentivos al agricultor por cese de actividad, la superficie dedicada a este cultivo se ha reducido a la mitad y, en la actualidad, en España se mantiene cinco fábricas, cuatro de Azucarera y la cooperativa Acor. El nuevo plan 2020, supone una línea de continuidad sobre el aplicado en los últimos seis años por la compañía y su aspiración es lograr un sector más competitivo cuando sean eliminadas las cuotas dentro de tres años.

Según los datos que maneja la compañía Azucarera, entre 2008 y 2014, los costes fijos y variables para el cultivo de remolacha, descendieron de 29,20 a 28,20 euros por tonelada. Esta mejora, impulsada por las actuaciones llevadas a cabo en el sector, se ha conseguido a pesar de los incrementos en los medios de producción, especialmente de los costes energéticos por el riego. Azucarera se ha marcado como objetivo para la campaña del 2014 alcanzar unos rendimientos por hectárea de 120 toneladas en la zona norte, mientras que en 2013 la media se situó en 108,20 toneladas.