La ciudad de Toro ha vivido un año de altibajos en el terreno del desempleo. Los inicios no fueron buenos, con una tasa de 1.033 parados en el mes de enero que superaba en una veintena a los registrados en diciembre de 2012. La tendencia no mejoró en febrero y la cifra ascendió hasta los 1.042 toresanos que seguían sin encontrar trabajo, lo que suponía prácticamente un tercio de la población activa sin figurar en la Seguridad Social. Marzo continuaba con la depresión y la cifra aumentó una nueva veintena hasta colocar a 1.075 personas en la cuerda floja y con muy malas perspectivas de cara al futuro. Pero la tendencia cambió en abril, cuando cerca de medio centenar de personas desapareció de la lista negra, hasta situarse ésta en 1.038 personas. Mayo llegó también con buenas noticias y la cifra alcanzó los 1.022.

Sin embargo, no fue hasta el mes de junio cuando la situación comenzó a dar visos de gran mejora. Un dato de 979, por primera vez en muchos meses por debajo del millar de parados, dejaba buenas sensaciones. Julio siguió bajando, hasta las 943 personas; en agosto eran ya 922; y septiembre se mantenía en la línea con 929. A pesar de ello, octubre dio un vuelco y cincuenta personas volvieron de golpe al abismo del desempleo. Todo parecía indicar, no obstante, que se conseguiría abandonar el año por debajo del millar, pero no fue así y actualmente, la cifra se sitúa en los 1.007 a falta de contabilizar el mes de diciembre.