A finales de año verá la luz el duodécimo disco de la cantante toresana María Salgado, que en esta ocasión se embarca en un proyecto de colaboración y hermanamiento con Portugal, un país al que «ama» y del que disfruta».

Aunque no ha querido profundizar en su contenido -«siempre que se se hace algo nuevo tiene que haber sorpresas», aclara-, si ha hecho algunos avances. Así, sabemos que cantará en portugués, que incluirá algún fado -«como no»-, aunque también será un escaparate de la música popular lusa, para la que solo tiene elogios. En el trabajo participan «músicos portugueses muy bueno», dice María, y también ha «invitado» a colaborar a dos grandes amigos zamoranos, Pablo Madrid y Alberto Jambrina, «que no podían faltar» y que ya son habituales en sus discos; participan, además, la Escuela de Folklore de Zamora y el grupo Mayalde de Salamanca. En estos momentos se encuentran inmersos en la grabación y confían en que antes de final de año pueda salir a la calle el disco, que está subvencionado por la Junta de Castilla y León dentro del plan de potenciación de La Raya.

Con este trabajo, la artista da un salto de Cuba a Portugal, ya que en su último disco editado, «Amor a Cuba», une las dos culturas hermanas: la zamorana y la cubana, aunque, dice, no quiere «que esto parezca un ir de aquí para allá», ya que asegura que la idea de hacer este viaje musical al país vecino le ronda en la cabeza «desde hace mucho tiempo». «Es injusto que seamos vecinos y nos demos la espalda, tenemos que mirarnos frente a frente y abrirnos, porque tenemos cosas preciosas para compartir», señala a la vez que recuerda lo que dijo el recientemente fallecido José Saramago. «somos dos países siameses unidos por la espalda».

María se siente afortunada de poder embarcarse en una aventura discográfica en los tiempos que corren, pero precisamente por eso se carga de una mayor «responsabilidad»: «tal y como están las cosas casi es un milagro que salga», apostilla la cantante. Tampoco se puede quejar en cuanto a conciertos, ya que en los próximos meses debe cumplir con un nutrido calendario que la llevará en septiembre a Zamora, mientras que en su tierra natal, Toro, que visita con gran asiduidad y donde tiene a su familia, no tiene nada a la vista. La voz de María Salgado está considerada como una de las más «sabias y cualificadas dentro del folklore castellano», aunque también ha destacado por su interpretación de melodías sefardíes y se ha atrevido con maestría con las habaneras o lo boleros.