Abusos sexuales

"¿Dónde queda la ley del 'No es No' con mi nieta preadolescente?"

El abuelo de una menor cuya madre, víctima de violencia machista, pide medidas cautelares hasta que se esclarezca si la niña ha sufrido malos tratos y abusos sexuales por parte de su padre, pide ayuda a la sociedad

Fotografía para un proyecto sobre violencia de género de una alumna de la Escola d’Arts.

Fotografía para un proyecto sobre violencia de género de una alumna de la Escola d’Arts. / MARINA GARCÍA

Marta Torres Molina

El abuelo de la menor cuya madre ha solicitado que se suspendan las visitas con su padre como medida cautelar mientras concluye la investigación sobre la denuncia que ha presentado por presunto abuso sexual no puede entender que la justicia obligue a la niña, a pesar de las pruebas, a ir con su progenitor. El abuelo, indignado, escribió hace unos días una carta en la que reflexiona sobre lo que les está pasando a su hija y a su nieta. El hombre, testigo de lo que están viviendo ellas, relata los últimos acontecimientos, los que han desbordado el vaso del aguante y la paciencia de la madre. Además, en la carta plantea las posibles consecuencias que pueden darse en el futuro y lanza algunas preguntas al aire como, en el caso de que se llegue a las más dramáticas consecuencias, de quién será la responsabilidad.

La carta íntegra del abuelo

Visionado de las pruebas:

  1.  Agresión física. En una de las dos pruebas [dos vídeos grabados por la niña] se ve un moratón de un golpe que le ha dado el padre a la hija. Al final, a la niña se le escapa una lágrima. ¡No es la primera agresión del padre! Ya un médico tuvo que presentar una denuncia anterior contra él por una importante agresión física a la niña.
  2.  Agresión sexual. En la otra prueba [un vídeo] se ve que el padre se ha acostado desnudo con la niña y se pega estrechamente al cuerpo de ésta, mientras le va besando el cuello. Se acurruca detrás de ella y entonces le coge el culo (lo reconoce él mismo cuando le va hablando de "este culaco") y le soba las tetas (lo reconoce él mismo cuando la niña le dice que no se las toque y él no niega que se las esté tocando, sino que le dice que esas tetas son de él, ¡como si se las hubiera dado la niña y, por tanto, él tuviera derecho a tocarlas!).

Reflexiones:

  1.  Cuando va con el padre, la niña no tiene derecho a la intimidad. Va a cumplir ya doce años, pero no duerme sola en su propia habitación, sola en su propia cama. ¡El padre invade su intimidad y se acuesta con ella!
  2.  ¿Dónde queda la ley del ‘NO es NO’? La niña, ya pre-adolescente, le dice al padre que NO le toque las tetas, pero él no niega que se las esté tocando sino que insiste en que las tetas "son suyas".
  3.  ¿Por qué ha grabado eso la niña? El hecho de que ella tuviese ya preparado el móvil antes de grabarlo nos indica que ya le había pasado antes algo parecido y lo grababa para que el padre no lo volviese a hacer, pues lo vería la madre y ésta la defendería a ella. La madre tiene no sólo el derecho, sino también la obligación de defenderla. Esas dos pruebas [vídeos] son un grito de auxilio, a la madre, pero también a un posible juez futuro y a la sociedad en general. "¡Mirad lo que me está haciendo! ¡Ayudadme, por favor!", parece estar gritándonos a todos nosotros. Si el juez no lo condena ahora, ¿quién será responsable de lo que pueda suceder en el futuro? ¿La niña, el padre o el juez? ¿Se hará responsable el Estado? Necesitamos que la Justicia no sea sólo punitiva, sino también preventiva. No quiero sólo que castiguen un posible delito futuro, quiero sobre todo que la Justicia me prevenga contra que ese delito suceda. El castigo futuro no me consolaría, sólo me consolaría la prevención presente contra el delito. ¡No quiero que vuelva a suceder!