Hasta la irrupción del coronavirus y su conversión en pandemia esta se las prometía como una Semana Santa realmente especial dado que, a mediados del pasado mes de febrero, la Banda de Música Maestro Nacor Blanco era nombrada Barandales de Honor 2020 por el Consejo Rector de la Junta Pro Semana Santa. "Vivimos una situación rara porque nos hemos quedado sin la Semana Santa más importante. Aunque para nosotros siempre son días muy significativos, esta iba ser espacial pues íbamos a agradecer el premio como mejor sabemos hacerlo, tocando por las calles y sin embargo...", comenta con cierto tono de tristeza en la voz el director del colectivo, Álvaro Lozano.

Uno de los objetivos marcados desde el inicio por estos músicos ha sido intentar aportar su granito de arena y ayudar siempre que se les requerido en todos aquellos actos relacionados con su querida Semana Santa. "La Banda Nacor Blanco no tendría sentido sin esta estrecha vinculación a la Semana Santa de Zamora a sus cofradías y hermandades que hace más de diez años tuvieron la valentía de creer en un grupo de músicos, pero, sobre todo, en un grupo de amigos a los cuales les unen dos pasiones, la música y la Semana Santa", explican en su página web.

La concesión del premio a la agrupación musical, fundada a finales de 2006 para acompañar a cuatro de los desfiles procesionales el siguiente año, supuso un acicate para los músicos que los días de Pasión iban a tocar en el traslado del Nazareno, que siempre realizan, sin olvidar su participación en la procesión de la Borriquita el Domingo de Ramos en Villaralbo para el Lunes Santo, en la procesión de Tercera Caída,acompañar a la Despedida, en tanto que el Martes Santo sus compases facilitarían el baile de La Esperanza, imagen que siempre acompañan en su regreso desde Cabañales hasta el primer templo diocesano interpretando la Saeta durante el ascenso por la popular calle de Balborraz la mañana del Jueves Santo. Su agenda la complementaba la Cofradía de la Santa Vera Cruz donde tocaban con La Oración del huerto. Además la madrugada del Viernes Santo los músicos de Nacor Blanco tocarían cuando se elevara el Cinco de Copas en la iglesia de San Juan, por lo tanto acompañaban a la Soledad en su recorrido por las calles de la ciudad la noche del Sábado Santo y procesionarían junto a la Virgen del Encuentro el Domingo de Resurrección.

El paso del día del traslado sin haber podido participado en él "se lleva muy muy mal, con mucha tristeza". "Evidentemente es una pena para toda la gente que ama la Semana Santa, ya sea desde el punto de vista musical, los cargadores, los hermanos de fila o el público, cada uno, a su manera, le apena la situación pero las circunstancias mandan y no queda otra", testimonia el director del colectivo.

Desde la semana en la que se rumoreaba la suspensión de las clases lectivas los casi 70 músicos del colectivo, de edades comprendidas entre los nueve años hasta los 67 años y entre los que había algunos que se estrenaban esta Semana Santa, no ensayan. "Es paradójico porque además de no tocar juntos, no vamos a recibir el premio de Barandales de Honor el Domingo de Ramos", lamenta Álvaro Lozano quien dirige a la banda desde su fundación.

Con los ensayos suspendidos y sin una fecha en el horizonte para volver a reunirse para hacer lo que más les gusta, tocar, los integrantes siguen ensayando en sus casas. "Algunos compañeros repasan el repertorio, otros preparan las piezas que tienen que aprender para el conservatorio... otros tocan en los balcones a título individual" enumera Lozano. Entre quienes tocan para sus vecinos figuran la saxo Paula Sesma, el tuba Vicente Sesma y Carmen Pablos, flauta travesera, que ayer junto a su vecina Sara Sesma, de la Orquesta de Vientos de Zamora, en la urbanización Villalobos, homenajearon a la Policía Municipal, ante la presencia de dos agentes, interpretando el Himno Nacional y compases de "La vida es bella".