La devoción por la Virgen de la Soledad se palpó un año más en la presentación de los niños a la imagen, uno de los actos más tradicionales que organiza la Cofradía de Jesús Nazareno durante las jornadas de Cuaresma.

A la puerta de la iglesia de San Juan situada en la Plaza Mayor había aparcados, a primera hora de la tarde de ayer, decenas de carritos de bebés puesto que sus ocupantes habituales, niños de meses, aguardaban en el interior del templo su turno para ser presentados ante la Virgen de la Soledad tras una breve oración pronunciada por el sacerdote, Narciso-Jesús Lorenzo Leal.

La Tuna Universitaria de Zamora, cuya madrina es la Virgen de la Soledad, cumplió un año más con la tradición de un cuarto de siglo de presentar sus respetos ante la imagen. En esta ocasión acudieron a la cita alrededor de 40 tunos tanto de Zamora, entre los que estaban algunos rostros que ya habitualmente no salen de ronda, así como otros como compañeros desplazados ex profeso desde de Sevilla, de Plasencia, Salamanca o Ponferrada, ya que el acto se ha convertido en "una jornada de hermandad" entre tunos y porque resulta "poco frecuente que una tuna esté tan fuertemente vinculada con una imagen de devoción", indican desde el colectivo zamorano. Los hombres entonaron a su llegada "Madre" y luego "Estrella de la noche" para concluir con la canción "Silencio".

Además, 148 mujeres más, principalmente niñas pequeñas, podrán desfilar este Sábado Santo acompañando a la Soledad, tras haber accedido ayer a la hermandad, mientras que el próximo sábado día 30 a las 19.00 horas en el templo de San Juan, entrarán en Jesús Nazareno 144 varones, todos aquellos que han solicitado su admisión en la cofradía que hace varios años decidió acabar con las listas de espera para sus desfiles.