Los ensayos del Miserere regresaron ayer al templo románico de Santa María La Nueva, tras no poderse efectuar el pasado año en la sede de la hermandad, puesto que la iglesia albergaba la muestra "Yacens" organizada por la Penitente Hermandad de Jesús Yacente con motivo de su 75 aniversario.

Los hermanos del coro, en un templo abarrotado por zamoranos y turistas y después de una intervención de un miembro de la directiva, calentaron sus voces antes de entonar el canto del salmo 50, obra del padre Alcácer que se interpretó por primera vez en el año 1953.

Hasta el próximo Jueves Santo los cantores, que comenzaron siendo únicamente 16 y que en la actualidad superan los dos centenares de hombres, ensayarán, bajo la supervisión del director Pablo Durán, en cinco ocasiones para que sus voces sean una sola la noche del Jueves Santo al paso de la impactante talla de Cristo Yacente por la plaza de Viriato.