En los días de Semana Santa, el tiempo para cocinar muchas veces escasea. Sobre todo en los días grandes de Jueves y Viernes Santo, los miles de zamoranos que son cofrades en algunas de las hermandades que desfilan por las calles de la ciudad necesitan reponer fuerzas rápidamente para aguantar los recorridos procesionales que se extienden durante horas.

Aunque no sea un plato exclusivo de los días de Pasión, las empanadas son una de las opciones más socorridas para recuperar energía tras una larga tarde de procesión. En los descansos de la Vera Cruz o del Santo Entierro en los jardines de la catedral, en las tradicionales meriendas, este plato es siempre una de las opciones preferidas por los zamoranos que van a acompañar a sus amigos y familiares.

"Las posibilidades son infinitas y, además de hacerla de hojaldre o masa, se pueden rellenar de lo que quieras", cuenta Rafael Rivera, jefe de cocina del restaurante Sancho II de la plaza de La Marina de Zamora. La clásica empanada de atún, de bacalao, de pulpo o de carne suelen ser las más consumidas. "También solemos hacerlas de chichas, un producto muy zamorano que las convierte en un plato aún más típico", cuenta Rafael. Con la Semana Santa ya vista para sentencia, esta versión tradicional de la "comida rápida" permanecerá presente en los hogares zamoranos preparándose para el momento en el que vuelvan a tener el papel protagonista en las meriendas de Pasión.