El Tour de Francia, Pañerías Claudio e integración de distintos software

Es erróneo y, a veces, mal intencionado, evaluar la difícil integración de esa mayoría emigrante solo desde una perspectiva ética

ZAMORA FOTOS ANTIGUAS , AÑOS 60 , CALLE DE SANTA CLARA

ZAMORA FOTOS ANTIGUAS , AÑOS 60 , CALLE DE SANTA CLARA / ARCHIVO

Bajaba deprisa los cuatro pisos por la escalera de mi casa en Víctor Gallego 5, cruzaba a "Las Calderas", pasaba corriendo la plaza de Alemania hasta el Hotel Cuatro Naciones, desde donde salían los toreros por San Pedro en sus "haigas" coronados de botijos, seguía por la entonces avenida de Jose Antonio, el taller de bicis, Imperio, enfrente de Los Bolos, y al otro lado de la entonces calle de Muñoz Grandes, Transportes Crespo, el taller de bicis del manquito Ventura, la Heladería la Toscana donde comprábamos deliciosos "mantecados" a 1 peseta para pasear por la Avenida junto a la finca de la Viuda de Cuesta y el bar La Farola, donde había aperitivo familiar dominguero, tras la misa de una de San Torcuato, de gambas al ajilo en barra de madera, doblaba por Santa Clara y, a eso de las 4, me plantaba a contemplar el espléndido escaparate de Pañerías Claudio, donde a diario ponían un primoroso mapa con un cordoncito rojo marcando el recorrido de la etapa del "Tour de France", su ganador, el 1º de la general y el rey de la montaña.

Me plantaba a contemplar el espléndido escaparate de Pañerías Claudio, donde a diario ponían un primoroso mapa con un cordoncito rojo marcando el recorrido de la etapa del "Tour de France", su ganador, el 1º de la general y el rey de la montaña

En la esquina de Santa Clara con las Cortinas de San Miguel, arriba del Biher, de espaldas al Pacífico, donde Miguelito, el camarero de chaqueta blanca, ponía los últimos cortados de sobremesa, sobre fondo ruidoso de blanca doble, me quedaba extasiado ante los resultados del Tour de ese día, acalorado por el bochorno, aun sin cambio climático, ni aire acondicionado ni en el Biher ni en el “Pacifico”, y me volvía a casa a beber un vaso de agua helada de la nevera "Pingüino" a la que "Roldán" subía resbalando por la escalera las barras de hielo clavadas con un piolet.

Estaban recientes los tiempos de Fausto Coppi, "¡il campionissimo!" y de los legendarios Louison Bobet, Geminiani, Nencini… el escalador Bahamontes y Loroño. su rival, al que creo vi en la plaza de Sagasta, en una etapa de la Vuelta que tocó Zamora, y eran los tiempos de esprints mágicos de los belgas Van Stembergen, Van Looy, y el español Poblet. Luego llegarían Anquetil y Poulidor, el gigante Eddy Mercx, Ocaña, Bernard Hinault y hasta Miguel Induráin, cinco veranos que ganó el Tour, pero yo,ya no lo veía en Pañerías Claudio.

Hasta mi pandilla de chavales organizó una vuelta ciclista a Zamora de etapas cortas, en la que me rompí un brazo y que conducía motorizado Mani Michinel con su velomotor "Mosquito"

El clímax del Tour de Francia era su final en los Campos Elíseos y en el Parque de los Príncipes, el 14 de julio en el París soñado, que, aun no ardía.

Hoy, que arde, un profesor francés en una escuela de la "banlieu", ha dicho en su clase: Que levanten la mano los que sean franceses. La han levantado todos. Luego ha pedido: Que levanten la mano los que se sientan franceses. No la ha levantado ninguno.

Hoy, que arde, un profesor francés en una escuela de la "banlieu", ha dicho en su clase: Que levanten la mano los que sean franceses. La han levantado todos. Luego ha pedido: Que levanten la mano los que se sientan franceses. No la ha levantado ninguno

Por eso, es erróneo, y a veces mal intencionado, evaluar la difícil integración de esa mayoría emigrante, desde una perspectiva ética. Es una cuestión de base técnica, es imposible compatibilizar distintos softwares resultados de cultura, tradición, religión, valores, educación ... igual que un Apple no funciona con Microsoft.

Ya lo dijo Hassan, II rey de Marruecos, hace 30 años en una entrevista a Anne Sinclair en la primera cadena de la Televisión Pública Francesa TF1, refiriéndose a los emigrantes magrebíes a Francia, "…Yo no lo llamaría integración…sino un intento de integración…porque nunca se integrarán …no pueden… serán des mauvaises françaises". Y un inmigrante ghanés en Argelia, cuenta que le detuvieron 10 veces y en cada detención le ponían nuevo nombre ¿Por qué? pues parece, que la Unión Europea les paga por cada irregular detenido, y así cobraron diez detenciones por una. y el mismo inmigrante dice que la solución está en los países de origen, mientras arde París. La violencia nunca es justa.

Los que queman París no están mayoritariamente integrados ni en la cuarta generación, porque parece que no quieren integrarse y la mejor prueba, es que, sí hay una minoría que quiere integrarse y se integra. Los hijos de los inmigrantes españoles en Europa están mayoritariamente integrados en la segunda generación, aun habiendo crecido en "banlieus"

Como se integraron en Bélgica Jeremías Simón, (QEPD), y su mujer Gloria, de Bercianos de Vidríales. Jeremías era el cobrador del autobús de Puebla de Sanabria a La Bañeza. Era trabajador, listo y mañoso y acabó de oficial mecánico-electricista en los tranvías bruselenses y Gloria cocinó y dejó buen recuerdo en la "Petite Noblesse" belga que, después, la visitaría en Bercianos para probar su magnífica paella. Hoy, sus hijos, son empresarios en Bélgica.

Y tiene que ser la UE quien "frene tanta muerte" causada por unos sátrapas que impiden la mínima dignidad humana a sus ciudadanos y los echan al mar y mafias que han hecho hasta 15 traslados cobrando 5.000 dólares por personas huyendo del desastre, pero terriblemente encaminadas a una probable muerte en el mar

Porque ya puestos, en el mundo hay cerca de 7.500 millones de personas. La Unión Europea, tiene menos de 500 millones, menos del 6% del total mundial.

Hay, en cambi,o potentísimos estados: China, EEUU, Rusia, Japón, los árabes, Australia Canadá… Que no admiten o controlan rigurosamente la emigración, o Polonia, que presume de ser el único estado grande occidental, sin atentados islamistas al no aceptar sus emigrantes. Así no extrañe que hasta en Cataluña, en Ripoll donde vivía el imán relacionado con los atentados de Barcelona, haya ganado la extrema derecha catalana

Y tiene que ser la UE quien "frene tanta muerte" causada por unos sátrapas que impiden la mínima dignidad humana a sus ciudadanos y los echan al mar y mafias que han hecho hasta 15 traslados cobrando 5.000 dólares por personas huyendo del desastre, pero terriblemente encaminadas a una probable muerte en el mar.

Según los medios de comunicación europeos, la principal culpa del naufragio y muerte de esas pobres gente es de los guardacostas europeos.

Y mientras, arde París, ya no tan soñado, ni tampoco ponen el Tour de Francia en Pañerías Claudio.

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