Zamoreando

No da tregua

La solvencia de los hogares españoles está en caída libre

BANCO DE ALIMENTOS DE ZAMORA

BANCO DE ALIMENTOS DE ZAMORA / EMILIO FRAILE

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

El precio de los alimentos no da tregua. La solvencia de los hogares españoles está en caída libre. Y esto no hay quien lo pare. Ni Yolanda Díaz y sus, a veces, absurdas proposiciones, ni el Gobierno en pleno que no encuentra la salida. Los españoles no podemos aguantar más. Hemos superado malamente tres años de pandemia, y digo malamente porque las secuelas siguen dando guerra, estamos sufriendo una guerra que han provocado otros pero que nos ha herido de muerte y estamos soportando una inflación desbocada que el Gobierno no logra domar y que, sin embargo, ha vapuleado la economía de los hogares españoles que ahora se encuentran en situación crítica.

La OCU ha hablado, asegurando, tras un contundente estudio, que la capacidad de las familias patrias para afrontar los gastos domésticos se encuentra en el nivel más bajo desde que empezó toda esta retahíla de problemas que no cesan. Los hogares con graves dificultades para afrontar los gastos más básicos están en máximos, como nunca se había visto y sufrido hasta ahora. Abundando en el dato, nos conviene saber que a siete de cada diez españoles les resulta prácticamente imposible ahorrar. Ya ni existe ese colchoncito del ‘por si acaso’ que siempre nos hemos procurado. El hogar, dulce hogar, se lo lleva todo.

Las estimaciones de la OCU para este año, no son malas, son peores, hasta el punto de que prevé que el índice se hunda hasta el 43,5 por la presiones inflacionistas y las secuelas económicas derivadas de la pandemia. En consecuencia, la OCU estima que sólo una de cada cuatro familias supera el umbral de la situación desahogada, y lo peor es que el porcentaje de familias con graves dificultades para llegar a final de mes pasa del 6% en 2020 al 11% en 2022; es decir, casi el doble. Cáritas, por su parte, eleva al 31,5% el porcentaje de hogares que no cuentan con un presupuesto que garantiza unas condiciones de vida dignas, lo que se traduce en seis millones de familias.

Para mí, lo que diga Cáritas va a misa y no porque un sacerdote, el Padre Antonio Jesús Martín de Lera, esté al frente de la misma en Zamora. Simple y llanamente porque los suyos son algo más que estudios. Su experiencia está basada en la realidad que viven cada día. Y la realidad no puede ser más estremecedora. Más pronto que tarde vamos a tener que tomarnos un poco más en serio todo lo relacionado con la problemática por la que atraviesan las familias españolas y por ende las zamoranas. Con estos datos, juzgue usted mismo la situación.

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