Zamoreando

Así se hace

La corrupción, pecado mortal que hay que erradicar con firmeza

Eva Kaili

Eva Kaili / ERIC VIDAL

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Cuando la corrupción planea sobre un político a nadie debe temblarle la mano, ni a correligionarios, ni a gobiernos ni, por supuesto, a los parlamentos para proceder a su cese inmediato. La corrupción de un político pasa por la destitución, la devolución de lo robado, el banquillo y la cárcel. Sin más contemplaciones. La Eurocámara acaba de dar una lección, entre otros países a España donde ya estamos viendo en que puede acabar la corrupción de los políticos: en indulto. Los Junqueras, Puigdemont y compañía no pueden estar por encima de un político extremeño, aragonés, castellano y leonés o gallego.

El Pleno del Parlamento Europeo ha destituido a la socialista griega Eva Kaili como vicepresidenta de esta institución tras su imputación en la investigación de un supuesto caso de corrupción y blanqueo de capitales por parte de miembros de esta institución vinculados a Qatar. Para la Eurocámara no ha habido ‘presuntos’ que valgan. Se han cepillado a los sospechosos y a tratar de recomponer la figura. La exvicepresidenta socialista es una tipa de mucho cuidado.

La corrupción de un político pasa por la destitución, la devolución de lo robado, el banquillo y la cárcel

El emirato del Golfo Pérsico ha intentado limpiar su sucia imagen internacional con sus petrodólares. Nunca se debió celebrar el Mundial en un país que vive más allá de la sospecha permanente de todo aquello que atenta contra los derechos y libertades de sus ciudadanos. Si hasta la Fifa se ha plegado a sus exigencias jugando en un tiempo que no correspondía, fuera de todo calendario normal. Los petrodólares no han evitado la caída de la socialista a la que ha contribuido su propio grupo, pidiendo que se apartara a la vicepresidente griega del cargo.

Kaili era la encargada de las relaciones con Oriente Medio y, a la vista está que se empleó a fondo, poniendo su delicada mano y no a modo de saludo sino de miembro mendicante. Junto con otras tres personas, incluido su compañero, el italiano Francesco Giorgi, la griega está imputada por un juez belga por el delito de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción. Y no ha pasado nada. La imagen de la Eurocámara queda salvaguardada por su rápida actuación y por no haber sido condescendiente con ese pecado tan extendido entre la autoexcluyente clase política. Pecado mortal que hay que erradicar con firmeza.

Tanto miramiento y tanta contemplación como práctica el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la corrupción y los corruptos y, lo más grave, ante los sediciosos, por mucho que ahora quiera cambiar la ley y servírsela en bandeja, a la carta, a todos aquellos a los que trata con guante blanco, a cambio de tiempo para permanecer en el sillón presidencial.

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