No entiendo por qué Unidas Podemos sigue empeñada en abrir melones y más melones. Está dejando el melonar patrio hecho un asquito. Una echa de menos aquellos años de la transición en los que por lo menos, aparentemente, todo era paz y armonía, con sus discrepancias, con sus discordias pero también con sus acuerdos y sus concordias, hasta el punto de hacer posible lo que tiempo antes parecía imposible. Tengo para mí que Iglesias y sus huestes están cayendo en un constante delito de odio hacia la monarquía, o lo que es igual, hacia la jefatura del Estado, hacia el propio monarca y su familia. Pero como son políticos y altos cargos del Estado al parecer tienen bula, lo que les permite emplearse a fondo.

Buscando consolidar una mayoría con ERC y Bildu, la escoria política que la izquierda nos está haciendo tragar como si fueran necesarios para nuestra salud democrática, UP trata de conseguir su apoyo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado o lo que es igual, los presupuestos de Pedro Sánchez que nadie conoce, ni siquiera los socios prioritarios de su Gobierno. Sabido es el cariño que los independentistas y los filoetarras tienen a la Corona española, situación que Iglesias aprovecha para acentuar su republicanismo y construir alianzas lo suficientemente sólidas para avanzar en ese horizonte incierto del republicanismo.

No entenderé nunca cómo un partido político con la trayectoria del PSOE, que no siempre ha sido diáfana, respalda el empeño de Iglesias sosteniéndolo en un Gobierno que pierde puntos a los ojos de los principales gobiernos del mundo que no sean, claro, Cuba, Venezuela, Irán y Corea del Norte. Como todos los traidores, Iglesias quiere aprovechar este momento que califica de ‘dudas y debilidad de la Familia Real española’ para ir hacia una nueva República. ¿Pero qué diantre ve esta gente en una república? Pues, mire usted, ni la ‘dictadura del proletariado’ del señor Viñas, que al fin y al cabo una dictadura es con sus contras más que con sus pros, ni la República que defiende Iglesias donde, según el podemita, mandaría el pueblo. Otra bola de Iglesias como un castillo, una utopía más que nos vende o puede que una distopía. A no ser que nos den a todos un casoplón en Galapagar.

Por cierto, Iglesias ya ha criticado que el Ejército dependa del Rey, es decir, del Jefe del Estado, porque al Ejército quiere manejarlo él solito como un nuevo King Jong- un pero a la española. Ha empezado por la Monarquía, lo siguiente serán las Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.