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La Junta ha estado, está y estará a la altura

Debemos dejar a un lado todo lo que no sea trabajar por los zamoranos

La Junta ha estado, está y estará a la altura

Todos, absolutamente todos, somos víctimas de la crisis sanitaria, social y laboral que nos azota.

Vivimos tiempos duros que han cambiado nuestra mirada. Tiempos que han alterado nuestro sosiego.

Y muchos no volverán. Demasiados castellanos y leoneses nos han dejado en estos meses en los que el virus no ha seleccionado entre personas, entre clases, entre ideologías, sexos o religión. Tampoco ha salvado a negacionistas ni a quienes han luchado contra él. Y se ha cebado con los más importantes para nosotros. Este maldito virus se ha ensañado con aquellos que nos dejaron esta tierra lista para disfrutar y justo ellos, no podrán deleitarse con ella, a pesar de su esfuerzo, cuando más lo necesitaban.

Ahora que la crisis muestra también su cara más dura en la economía, en lo social, sin dejar respirar tampoco a los sanitarios, debemos dejar de lado toda discusión que no sea el trabajo más abnegado por las personas, por los zamoranos.

En Castilla y León, la Junta trata de frenar la onda expansiva sobre nuestros paisanos con el trabajo duro desde su presidente hasta el último empleado público de esta inmensa Administración.

Y la Junta ha apoyado a las personas que están en las peores condiciones en este momento. A las personas en riesgo severo de exclusión social, a quien más lo necesitan. El Partido Popular apoyó la medida del Ingreso Mínimo Vital anunciada por el vicepresidente del Gobierno porque es una buena medida. Pero en la práctica, la gestión ha sido un caos y no está llegando a los zamoranos. Y en esta Comunidad se lleva gestionando una ayuda (la renta garantizada de ciudadanía) durante 10 años y resolviendo en menos de tres meses. Sabemos hacerlo.

Para no dejar a nadie abandonado en este terrible momento, el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco se ha hecho cargo no sólo de aquellos que no están recibiendo el ingreso prometido, sino que está complementando a aquellos que salen perdiendo. No ha dejado solas a estas personas que son las que más sufren esta crisis, a estas personas a quienes Pablo Iglesias ha dejado totalmente desamparados, a pesar de la foto y el autobombo que acompañó a su medida estrella fallida.

Y este Gobierno está al lado de las familias. Somos una Comunidad pionera en ayudar a las familias en este inicio del curso escolar. La Consejería de Familia es pionera con una ayuda para padres con niños confinados. Se encargará de cubrir los gastos de las familias que necesiten contratar cuidadores, porque sus pequeños deban guardar cuarentena y los padres estén obligados a trabajar fuera de casa. Sobre todo, en este momento en que, para pena de ellos, los abuelos no son una opción. Una ayuda que a los padres en peor situación económica puede suponer un respiro y sentir que no están solos en este momento en que todos los progenitores estamos en vilo.

El Gobierno de Castilla y León no ha dejado de trabajar por las personas desde el mismo inicio del estado de alarma. En este momento, al lado de las empresas y con las Cámaras de Comercio, destinándoles 1.020.000 euros.

Y ha estado al lado de los Ayuntamientos, colocando dinero efectivo en sus arcas, para atender en primera línea a los vecinos, donde han estado los alcaldes.

Cuando se habla de arrimar el hombro, se habla de arrimar el hombro. Como lo están haciendo las personas que dirigen la Junta de Castilla y León y todos y cada uno de los empleados públicos de la misma, empezando por los médicos, y continuando por los trabajadores de los servicios sociales, profesores y cada funcionario que hace lo que está en sus manos por ayudar a sus paisanos y tirar para adelante entre todos. Mientras otros se dedican a la destrucción verbal, el Gobierno de Castilla y León sustentado por el Partido Popular y Ciudadanos se dedica a trabajar codo con codo, (con permiso del director de la OMS que no ve recomendable ese saludo, recomienda poner la mano en el corazón). Y, aprovechando la recomendación de la OMS, pongamos la mano en el corazón, no sólo para saludar, sino para escuchar a las personas y gestionar, sin descanso, para ellas. Escuchemos a los que quieren trabajar y no pueden, a los pymes y autónomos que tienen que cerrar, a los miles de familias que lo están pasando mal y sigamos gestionando. Dejemos el tono mitinero y sigamos trabajando, no es tarde, porque, por desgracia queda mucho por hacer, porque por desgracia la crisis se alargará mucho tiempo hasta que consigamos lo que todos queremos, recuperar nuestra vida.

Procuradora del PP por Zamora en las Cortes de Castilla y León

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