Barcelona, Rentería, Badalona, Bilbao, San Sebastián, Valladolid, Mallorca. No estoy hablando de destinos semanasanteros. Estoy hablando de algunas de las muchas ciudades españolas donde están actuando hordas separatistas, de extrema izquierda y republicanas que con su actitud quieren volver al 36. ¡Que lástima, no han aprendido nada! En Rentería, el líder de Ciudadanos y la delegación del partido que, entre otros, formaban Maite Pagazaurtundua y el zamorano José Antonio Bartolomé cabeza de lista al Congreso por Zamora, fueron recibidos entre insultos de un grueso calibre, gritos, caceroladas y algún que otro empujón que llevaba mala intención. Echenique ha dicho que Albert Rivera fue a provocar y Pablo Iglesias se ha descolgado diciendo que no hubieran ido. Para eso el líder de la extrema izquierda, Pablo Iglesias, sí puede moverse libre por toda España e incluso llegar a las hermosas Islas Canarias para enarbolar la bandera independentista canaria, cuando es el más español de los archipiélagos patrios. Los radicales siguen elevando su presión a dos semanas de las generales. Y este es el resultado.

Todos sabemos lo que las juventudes de la CUP le hicieron a la candidata del Partido Popular, Cayetana Alvarez de Toledo, en Barcelona. Seguro que también fue a provocar. Nos hemos enterado de que la extrema izquierda balear ha destrozado los cristales de la máquina expendedora que hay en el exterior de la farmacia del ex president del Govern, José Ramón Bauza, actualmente militante de Ciudadanos. ¡Caramba con la extrema izquierda, los republicanos y los separatistas! Tanto miedo como nos meten con la presunta 'extrema derecha' de Santiago Abascal, y los de Vox son hermanitas de la Caridad comparados con estos salvajes. Cuando los golpistas y separatistas, Otegi incluido, aterrizan por Madrid, nadie les echa, les golpea y les insulta cuando a diferencia de los partidos democráticos, estos sí van en actitud desafiante. La falta de libertad en las calles para PP, Ciudadanos y Vox es preocupante. Si los violentos son los que quieren hacerse con el poder para echar a los demás, que avisen porque yo me voy a vivir a Portugal. Si ésta es la República que quieren los que apelan a sus bondades, mal vamos.

Siendo grave todo lo comentado, lo peor ocurría el pasado Domingo de Ramos en Valladolid, aquí al lado. Al grito de "España mañana será republicana", varias decenas de republicanos entre los que se encontraban dirigentes socialistas increparon con insultos a los miembros de una cofradía que regresaban de celebrar la tradicional Procesión de la Borriquita, llamándoles de todo menos guapos. 'Meapilas' y 'kukluskaneros' fueron, entre otros, los adjetivos elegidos. Lo grave del caso es que iban niños, muchos niños a los que tuvieron que proteger. Estos republicanos, empiezan por denostar las manifestaciones religiosas para a continuación pedir la muerte de sacerdotes y religiosas. Es que esto no es nuevo. Esa gente no quiere ni curas, ni monjas ni procesiones de Semana Santa en 'sus calles' y lo expresan de esta forma un tanto guerracivilista que a los más mayores les trae muy malos recuerdos. Me preocupa el hecho de que quien más chillaba fuera un tal José Ignacio Herrán, quien fuera jefe del gabinete del alcalde socialista Oscar Puente y que ocupa el puesto número 18 en la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Valladolid. El Gobierno no ha dicho ni pío. Estos son los demócratas que llaman fachas y nazis a Vox, PP y Ciudadanos a los que han colgado la fama cuando son ellos quienes cardan la lana.