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Los telares de Cris

Elige tu propia aventura

Los libros de los 80 nos enseñaron el poder de las decisiones

Las posibilidades son múltiples; algunas elecciones son sencillas, otras sensatas, unas temerarias y algunas peligrosas. Eres tú quien debe tomar las decisiones. Puedes leer este libro muchas veces y obtener resultados diferentes. Recuerda que tú decides la aventura, que tú eres la aventura. Si tomas una decisión imprudente, vuelve al principio y empieza de nuevo. No hay opciones acertadas o erróneas, sino muchas elecciones posibles.

Así se presentaban los "Elige tu propia aventura", esos libros de los ochenta que nos enseñaron el poder de las decisiones. Creo que solo tuve dos o tres, pero les di tantas vueltas que el recuerdo es el de una colección entera. Conservo uno, aunque no he vuelto a leerlo porque ahora ya sé que esos libros también nos engañaron: cada elección en la vida nos lleva por un camino diferente, pero no se puede volver a la página anterior.

Solo en los libros es posible hacer trampa y echar una ojeada a lo que viene si elegimos una u otra opción. En la vida tenemos que apostar a ciegas. Tratamos de acertar, sin tener ni idea de qué significa acertar. Hacemos listas, ciencia inexacta. Dudamos, preguntamos, qué-harías-si-fueras-yo. No soy tú, pero?

A veces la toma de una decisión es tan palpable que nos desborda. La sujetamos entre las manos, como podemos, sabiendo que un "sí" o un "no" abrirá dos caminos tan paralelos que nunca llegarán a juntarse. Otras decisiones son más sutiles, de otras ni nos damos cuenta. Todas pueden cambiarlo todo.

El mecanismo de esos libros nos salvaba de ese "si hubiera?" impotente del después. Pero también les quitaba parte de la gracia. Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Decía Antonio Machado. Y también: hoy es siempre todavía.

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