Un año más, la Dirección General de Tráfico, pone en marcha por estas fechas una campaña integral que tiene como objetivo aumentar la seguridad y reducir el número de accidentes y víctimas de la circulación en las carreteras que, preocupantemente, viene incrementándose en los últimos meses después de un bajón tan espectacular como histórico, una tendencia que puede deberse, se razona, a una serie de circunstancias muy concretas: mas vehículos rodando debido a esa cierta recuperación económica que se nota, incluida la bajada del precio de los carburantes. Pero es preciso frenar entre todos ese aumento de la cifra de muertes antes de que vaya a más y retrotraiga a épocas anteriores.

Bien está, y hace la DGT lo que tiene que hacer, aunque ello no quite que muchos conductores arruguen el entrecejo y vean en la nueva campaña un motivo más para aumentar la recaudación a base de multas, precisamente en la época navideña y de fin de año, cuando circulan muchos vehículos por el asfalto, abundan las celebraciones de todo tipo, y los ejercicios económicos oficiales se cierran. Sanciones que parecen desproporcionadas en muchos casos por lo que a su cuantía se refiere, sobre todo si se tiene en cuenta que esta campaña se anuncia como integral, afectando en su control y en casi todos los órdenes tanto a quien lleva el volante entre las manos como al propio vehículo.

Los agentes, según se anuncia, van a actuar estos días muy especialmente en las carreteras secundarias, en las vías regionales y provinciales que, como se sabe y ratifican los datos, es donde suele producirse un porcentaje mayor de percances, por encima de los ocurridos en autopistas y autovías. La velocidad, su exceso, será la primera referencia a tener en cuenta tanto por las patrullas como por los radares móviles que se utilizarán. Y a partir de ahí, todo lo demás, que puede ir, a criterio de la autoridad, desde la prueba de la alcoholemia y las drogas a la revisión de los papeles del coche, y muy en concreto del seguro en vigor y del certificado de la ITV, ese chollo, esto último, que tanto dinero proporciona a los Gobiernos autónomos, que mejor se haría en los concesionarios de cada marca, y que para la mayoría de los obligados usuarios no es más que un descarado sacacuartos, uno más de cuantos utiliza el estado.

En realidad, la documentación del vehículo acostumbra a pedirse a todos los conductores, parados por una u otra causa o simplemente en un control rutinario. Lástima que pese a tantas medidas sean tantos aun los coches que circulan sin seguro obligatorio o sin revisión técnica, en España y en todos los lados. Más importante resultan de entrada las verificaciones que se llevan a cabo sobre el consumo de alcohol o de drogas, lo cual puede ser de los más adecuado y oportuno en esta época tradicional en la cual la falta de comedimiento a la hora de beber suele quedar patente en ocasiones. Se impone en esta campaña la colaboración y la responsabilidad ciudadana al máximo, con el objetivo y la esperanza de que los accidentes de tráfico se reduzcan en estas fechas y siempre.