El calendario nos ha llevado a la Pascua de Resurrección y con este abril cargado de primavera de proyectos y de impaciencias, debido sin duda a ese otro calendario electoral. No estamos muy seguros de cómo vamos a ser capaces de digerir programas, rogativas, fiestas y elecciones a pesar de nuestra buena disposición y de ese interés por cumplir con la responsabilidad como ciudadanos.

En este mes y, dentro de ese laberinto que nos espera, tenemos en la histórica Raya la Fiesta de la Luz cuya ermita cuidadosamente restaurada se asienta sobre el cerro por donde corre la línea que nos separó definitivamente en 1864 y donde a pocos metros del ábside de la ermita esta colocada la Marra número 468, lugar que constituye una referencia topográfica y como auténtico mirador que nos ofrece unas panorámicas de centenares de kilómetros.

La ermita en territorio portugués término de Constantin, de nuestro lado es Moveros que mantiene permanentes las relaciones, manteniéndola hoy y moderniza la vía de enlace entre ambos lugares, lo que facilita las relaciones.

Pero en ese lugar destacado, por su significado y lo que vimos desde fuera, tenemos debajo de lo que pisamos recuerdos históricos de miles de años y para esto tenemos que echar mano de la hoja correspondiente del mapa a escala 1:50.000 hoja número 367, de Castro de Alcañices y sobre esa referencia podemos seguir las citas de los estudiosos comenzando con Gómez Moreno, quien refiriéndose a Moveros dice que en un cabezo sobre la raya de Portugal donde se levanta una ermita dedicada a Nuestra Señora de La Luz hubo un refugio antiguo quedando solo escombros y algo de la cerca y foso que corta la frontera como nos lo acredita el topónimo.

En este momento tengo noticias de cuestiones relacionadas con este tema.

Llegada la gran fiesta de la Raya todo lo que sea convivencia, armonía y diversión. Aprovechemos la Luz.