La crisis nos ayuda

Nada para bajar la cena como un paseo mañanero por esos montes sanabreses de Dios. Da gusto caminar de nuevo por ellos. Los caminos están limpios y a los montes parece que le han sacado brillo como si fueran patenas. Son cosas de la crisis.

Sanabria vuelve a sus orígenes. Comenzamos a calentarnos de nuevo con leña, costumbre que dejamos de usar cuando nos hicimos ricos de repente y dejamos de pintar en las cuevas para pintar la mona en las ciudades. Ahora, con los pies en el suelo de nuevo, nos damos cuenta de que la leña es mucho más barata que el gasoil y, encima, calienta dos veces: cuando la cortas y cuando la acarreas hasta el hogar. Como plus, hace el maravilloso efecto de que el monte esté limpio.

Supongo que en breve estos maravillosos efectos se harán notar. La limpieza, aunque sea por necesidades del guión económico, hará que el riesgo de fuego disminuya de forma drástica. Y eso es una gran noticia.

Lo que no han hecho los políticos, lo están haciendo la crisis y los vecinos. Ya solo falta que, para comer, tengamos que volver a la sabrosa trucha sanabresa. Si tuviéramos que hacerlo, se volverían a reconstruir las presas como Dios manda, el agua fluiría de nuevo por los caños y el desove se realizaría de forma masiva y natural.

Es asombroso con la facilidad que se regenera la naturaleza. Viendo estos montes como platos de pulpo recién rebañados, piensa uno que comienza un nuevo ciclo. En la ciudad se sufre mucho por mor de la maldita hipoteca. Ese gasto en los pueblos es muy inferior. Y la tierra siempre te da un bocadillo a poco que te pongas tierno con ella, le rotures cuatro surcos y le eches unas paladas de agua.

Leía aquí mismo días pasados que algunos matrimonios habían vuelto a vivir a Sanabria. Qué grandiosa noticia. Sería maravilloso que comenzara a ser de nuevo lo que nunca debió dejar de ser. A ver si nos damos cuenta, con este golpe de timón que nos vemos obligados a dar, que hay vida más allá de las urbes.

Veía el pasado lunes de feria, en El Puente, un nuevo negocio. Una joven ha dejado Madrid para instalarse en Sanabria y ha montado una preciosa tienda de estética y nutrición. Me di cuenta de que en Sanabria también necesitamos estos pequeños caprichitos que, en ocasiones, son obligaciones, porque la joven es técnico en medicina estética y nutrición y, probablemente, nos enseñará a comer un poco mejor. Ojalá tenga suerte. Es una preciosa aventura plagada de escollos. Pero Sara saldrá adelante porque necesitamos estas iniciativas como el comer.

Por cierto, otra gratísima noticia navideña ha sido que Antonio Plaza, secretario provincial del PSOE, ha puesto los puntos sobre las íes en el caso del banquero tuitero. Desmarcándose de la presunta conducta delictiva del exedil socialista Luis Carlos López, da cordura y serenidad al partido. Que falta le hace.

La lucha partidaria no está reñida con el «fairplay» que debe presidir los actos políticos. Las conductas mezquinas deben desterrarse del calendario de los partidos. Honestidad y transparencia son palabras que, en boca del secretario provincial, cierran el asunto, al menos para el partido que lejos de posicionarse con el sospechoso, lo ha apuntado con el dedo para dejarlo con el culo al aire. Mi enhorabuena a don Antonio, que ha cogido el toro por los cuernos y ha hecho lo que debía.

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