La nueva edición de Supervivientes ya está en marcha. Dentro de la programación de Telecinco, cadena reina de los realities en España, el concurso de aventuras ha comenzado.
Arancha del Sol, Arkano, Javier Ungría, Blanca Manchón, Zayra Gutiérrez, Ángel Cristo Jr., Lorena Morlote, Carmen Borrego y Kike Calleja son algunos de los concursantes.
Se ha dicho de todo, desde grandes clásicos de los programas del corazón, hasta cantantes, deportistas o participantes de otros concursos. Nombres como Quevedo, Jesulín de Ubrique o Carlo Costanzia han salido a la luz, pero de momento poco o nada se sabe de sí estas figuras públicas van a participar en el concurso.
Miri Pérez-Cabrero, una exconcursante de MasterChef, es otra de las concursantes oficiales, que cambia los fogones por la arena blanca de la isla hondureña. Esta participante se suma al resto de compañeros ya anunciados, mostrando otro distinto tipo de perfil. Miri podrá compartir experiencias en Honduras con Arkano, ya que ambos pasaron por las cocinas de TVE, aunque en ediciones diferentes.
La figura de la exconcursante de MasterChef ha sido toda una sorpresa para aquellos que lanzan pronósticos, pero no ha sido la única decepción, puesto que uno de los favoritos del público para entrar en el concurso ha confirmado su rechazo. Se trata, nada más y nada menos que de Kiko Hernández, que después de amagar con su entrada, negó rotundamente que fuese a participar en Supervivientes.
"Ni harto de vino", fue la contundente respuesta del excolaborador de Sálvame, que hace pocos días dejaba la puerta abierta a su regreso a Telecinco. El presentador publicó una semana antes que, en marzo, daría una sorpresa a todos sus seguidores. Un bombazo, como catalogó, que le afectaba personalmente, y que involucraba un proyecto personal que tenía entre manos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes animando a Kiko a confirmar su participación en Supervivientes, pero el propio implicado se ha encargado de apagar la ilusión de un plumazo. De esta forma, se cierra un culebrón que casi lleva a la isla de Honduras a Kiko Hernández siguiendo los pasos de algunas de sus excompañeras como Chelo García Cortes o Mila Ximénez.
