El guacamole está de moda. Aunque es de origen mexicano, hace tiempo que es un plato plenamente aceptado en los menús locales. La mezcla de aguacate, tomate, cebolla, cilantro, ajo, chile y limón que en principio sería la receta original de esta famosa salsa es sabrosa y resultona. Con ella se realizan ahora mil versiones y puede saborearse a la clásica acompañando nachos, pero también formando parte de las más diversas recetas. Además de un descubrimiento gastronómico, es un interesante compendio de nutrientes.

Rico y saludable

El aguacate es su componente principal y esto ya hace que el aporte de vitamina E y ácidos grasos monoinsaturados sea muy elevado. Es una salsa con un porcentaje de grasa notable aunque se trata de una grasa similar a la del aceite de oliva, que beneficiará el sistema cardiovascular. El tomate añade vitamina C y licopeno, un pigmento antioxidante que parece que tiene un cierto efecto protector frente al cáncer de próstata.

En definitiva, según esta última receta que os proponemos al final de este artículo, estos son los ingredientes:

Ingredientes:

• 1 cebolla

• 1 limón

• 1 tomate grande

• 2 aguacates grandes o 6 chicos

• 1 maso de cilantro o kuratu

• 1 Ají picante (opcional)

• Sal y pimienta a gusto

En un recipiente va una cebolla picada, el jugo de un limón, sal un tomate cortado en cubitos, aguacates, cilantro picado y pisar con un tenedor. Si te gusta el picante, agregar un ají picante y mezclar hasta que parezca un puré bien mezclado. Si todavía no lo van a consumir, colocar la semilla en el medio, tapar con film y llevar a la heladera. A la hora de servir, retirar la semilla.

¡Buen provecho!