Carburantes

Llenar el depósito de gasolina es ya más caro que el verano pasado, pero el diésel es más barato

Ambos carburantes encadenan su quinta semana consecutiva de subidas, desde el inicio del mes de julio

Un cliente reposta en una gasolinera.

Un cliente reposta en una gasolinera. / EFE

EFE

Como es habitual en pleno verano, la demanda de carburantes sube y los precios también. La gasolina y el diésel repuntaron a las puertas del puente del 15 de agosto un 1,8% y un 3,4%, respectivamente, en su quinta semana consecutiva de subidas desde principios de julio, aunque su efecto es desigual según el producto. Así, mientras el precio de los viajes para los coches de gasolina es más caro que el año pasado, cuando todavía estaba vigente el descuento de 20 céntimos por litro de carburante, en el caso del diésel ocurre lo contrario, según confirma el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) publicado este jueves.

Esta estadísitica recoge los datos de más de 11.400 estaciones de servicio en España entre el 1 y el 7 de agosto, cuando el precio medio de la gasolina se situó en 1,680 euros el litro, mientras que el gasóleo costó casi 1,553 euros. En el caso de la gasolina el incremento lleva al precio del repostaje por encima del nivel en el que se situaba en el mismo periodo del año anterior. El precio medio en la primera semana de agosto de 2022 fue de 1,860 euros por litro, que al descontar los 20 céntimos se convertirían en 1,66 euros por litro, por debajo del precio actual. De esta forma, llenar un depósito de 50 litros entonces suponía una factura de 83 euros, un euro menos que los 84 que de ahora.

Estas cifras son precios medios entre gasolineras, lo que implica que habrá unas más baratas y otras más caras. La comparación anterior parte del precio final que pagan los usuarios, pero si se realiza sobre el precio de los carburantes en sí hay que remontarse a la semana de entre el 29 de noviembre y 5 de diciembre, cuando el precio de la gasolina se situó en 1,688 euros por litro, pero entonces se aplicaba la citada rebaja, dando como resultado un precio medio inferior, de 1,488 euros por litro. Una semana después, el litro de gasolina cayó hasta los 1,642 euros por litro.

El caso del diésel es diferente, el precio de 1,553 euros por litro es el más alto desde los 1,546 euros por litro que marcó a finales del pasado marzo, pero se sitúa lejos de los precios de hace un año, incluso con descuento, pero entonces los precios de este producto se dispararon por las tensiones por el veto europeo a la importación de diésel ruso y el temor a problemas de suministro. Así, en agosto de 2022, el litro de diésel se pagaba a 1,854 euros por litro, que si se descuentan los 20 céntimos resultaba en unos 1,654 euros por litro, todavía por encima del precio actual. Es decir, en el caso de un repostaje de 50 euros, el año pasado los conductores pagarían 82,7 euros, mientras que este año la factura ascendería a unos 77,65.

Los precios de los carburantes se enmarcan en un escenario de encarecimiento del petróleo desde el mes de junio, que suma una trayectoria ascendente de más de 12 dólares, hasta los 87,40 dólares por barril que marcó la referencia del Brent este miércoles, y se ven impulsados por el alza de la demanda propia de estos meses del año. Es previsible que mantengan la tónica ascendente, a juzgar por la trayectoria de precios del geoportal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, que recoge el precio medio diario de los carburantes en las estaciones de servicio: según este portal la gasolina tuvo este jueves un precio medio de 1,674 euros por litro y el gasóleo 1,569 euros por litro; mientras que hace una semana el primero marcaba 1,665 euros y el segundo 1,532 euros.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y otras economías productoras (lo que se conoce como OPEP+) acordaron extender un año más los recortes de producción que tenían como objetivo reflotar el precio de este carburante. La alianza liderada por Riad y Moscú confirmó el viernes pasado que seguirá manteniendo este recorte que supone una reducción total de la producción del grupo en 3,6 millones de barriles diarios, equivalentes al 3,6% de la oferta petrolera mundial.

En comparación con otros países, el precio de los carburantes en España volvió a estar por debajo de la media de los Veintisiete de la Unión Europea, donde el precio estuvo alrededor de los 1,802 euros el litro de gasolina, y de unos 1,689 euros el de gasóleo. Más caros fueron aún en la eurozona, donde el litro de gasolina se pagó de media a 1,862 euros, y el de gasóleo, a más de 1,725 euros.