TURISMO

Barceló busca comprar otras cadenas con un colchón de hasta 800 millones

El grupo hotelero admite que planea cerrar operaciones corporativas para crecer sin incumplir el severo corsé de deuda que se ha autoimpuesto

El presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló.

El presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló. / B. RAMÓN

David Page

Barceló quiere seguir creciendo. El grupo hotelero mallorquín mantiene una intensa actividad de incorporación de establecimientos de manera individual, uno a uno, pero también se ha propuesto reforzar su expansión mediante la adquisición de cadenas completas para acelerar el ritmo de crecimiento, según confirman fuentes oficiales de la cadena a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica.

La compañía de la familia Barceló, actualmente con un portfolio de unos 280 hoteles en operación, rastrea el mercado hotelero para cerrar operaciones corporativas y retomar la senda del crecimiento inorgánico que protagonizó hace unos años (con operaciones de relevancia como la absorción de Occidental Hoteles o de la estadounidense Crestline, y con algún chasco sonado como la fracasada compra de NH Hotel Group).

El grupo, que ya recuperó el año pasado los niveles de beneficios e ingresos previos a la pandemia, presume de ir sobrado de capacidad de financiación para afrontar futuras adquisiciones. Barceló se ha autoimpuesto el corsé de mantener su endeudamiento en una ratio de entre una y dos veces su ebitda (resultado bruto de explotación), endureciendo su tradicional exigencia de dos o tres veces el ebitda que ha mantenido durante años.

Barceló cerró el año pasado con un ebitda consolidado de 422 millones de euros, casi el triple que en el ejercicio anterior, y con un endeudamiento neto de 205 millones. Sin embargo, según reconoce el grupo en lo que va de año ha reducido esa deuda hasta prácticamente cero. Así que incluso cumpliendo el rígido límite de endeudamiento fijado por la propia compañía, desde Barceló se subraya que cuenta con una capacidad de financiación de más de 800 millones de euros para afrontar oportunidades de compra en el sector para impulsar su crecimiento por la vía rápida.

Rastrear el mercado

La hotelera mallorquina reconoce que en los últimos años ha analizado posibles operaciones de adquisición de cadenas completas, pero ha ido descartando esas compras porque el precio que exigía el vendedor era demasiado alto para las exigencias de rentabilidad planteadas por Barceló o porque los activos de la cadena absorbida no se ajustaban a las necesidades de la compañía.

Además de la abultada capacidad de asumir deuda con que cuenta la compañía, Barceló saca pecho por la solidez de su balance, con una tesorería positiva al cierre del año de 765 millones (efectivo en caja y obligaciones de pago de menos de un año) y con una liquidez que supera los 1.358 millones.

Compras de ladrillo

Barceló defiende un modelo de negocio particular que pasa por mantener un porcentaje apreciable de sus establecimientos con los inmuebles en propiedad, una fórmula alejada de la tendencia generalizada en el sector hotelero en todo el mundo. La mayoría de las grandes cadenas nacionales e internacionales comparten una estrategia de crecimiento que pasa por vender los inmuebles de sus hoteles y centrarse sólo en gestionarlos (una estrategia denominada 'asset light' según la terminología del sector).

Los grupos hoteleros mayoritariamente concentran sus planes de expansión en la firma de contratos de gestión y de franquicia, y en menor medida de alquiler, para explotar los hoteles propiedad de fondos de inversión inmobiliaria. El grupo de la familia Barceló reniega de este modelo e insiste en su interés en mantener la propiedad de muchos de sus hoteles y de seguir sumando establecimientos con compras inmobiliarias.

En su portafolio actual de cerca de 280 hoteles hay un 29% de los establecimientos que son propiedad de la compañía, en un 44% el grupo mallorquín sólo se encarga de la gestión y un 27% tiene contratos de alquiler y la vocación de la empresa es que las diferentes fórmulas de gestión se repartan a partes iguales. El grupo pretende seguir creciendo con nuevos establecimientos en propiedad, pero con la intención de focalizar su crecimiento con compras en el exterior, buscando sortear los altos precios de los activos inmobiliarios que se han alcanzado en España en pleno boom del turismo.

“España nos parece que es un mercado que está muy caro. Estamos encontrando más oportunidades de compra más fuera que dentro. Tenemos menos opciones de compraventa en España porque los precios están muy caros”, subrayaba la semana pasada el consejero delegado del grupo, Raúl González, que apunta a que el grupo continuará con su estrategia de crecimiento internacional con compras de activos individuales y mediante alianzas con empresas conjuntas ('joint ventures') con socios locales en países en los que aún no está presente, amén de las búsquedas de grandes operaciones corporativas para crecer de manera más acelerada.