Negociación

Los Veintisiete fracasan en su intento de pactar la reforma del mercado eléctrico

Los ministros han intentado limar diferencias en torno a cómo funcionarán los llamados contratos por diferencia

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, conversa en Luxemburgo con la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van Der Straeten.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, conversa en Luxemburgo con la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van Der Straeten. / EFE

Silvia Martinez

Los ministros de Energía de la Unión Europea han fracasado este lunes en su primer intento por cerrar un acuerdo político sobre la reforma europea del mercado eléctricopropuesta en marzo pasado por la Comisión Europea para frenar la volatilidad y la dependencia de los precios de la electricidad del gas, proteger a los consumidores de los aumentos bruscos de precios y establecer un marco claro para los inversores en energías renovables. "Las negociaciones demuestran que hay diferentes puntos de vista dificiles de casar", ha admitido tras una "larga y difícil" jornada de negociación la ministra sueca Eba Busch que no ha logrado el consenso necesario. Sí que han logrado cerrar un acuerdo político sobre dos elementos que estaban sobre la mesa: la directiva de mejora del diseño del mercado y el reglamento de mejora de la protección contra la manipulación del mercado.

"Ha sido una reunión muy útil desde el punto de vista de identificación de dónde están los problemas y cuales son las cuestiones que tenemos que ser capaces de resolver para aprobar la reforma", ha explicado la vicepresidenta tercera y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, tras la reunión celebrada en Luxemburgo. "Pese a la voluntad expresada no ha sido posible en relacion a tres o cuatro puntos todavía abiertos", ha añadido confirmando que el expediente se devolverá ahora a la mesa de los embajadores permanentes de los Veintisiete (Coreper) para intentar cerrar un acuerdo todavia bajo la presidencia sueca de la UE. "Soy optimista respecto a encontrar un terreno común entre todos pero en efecto hoy no estaba maduro como para poder reflejarlo (...). Ojalá se llegue a un acuerdo en los próximos días. Si no la presidencia española trabajará para que este acuerdo pueda alcanzarse cuanto antes", ha dicho Ribera.

"Necesitamos algo más de tiempo. Esperemos que en el Coreper (Comité de Representantes Permanente) se puedan resolver los temas pendientes. Llegar a un acuerdo es muy importante para que nuestro sector sea más resiliente ante cualquier nuevo choque", ha recordado la comisaria de Energía, Kadri Simson. Entre los obstáculos que han hecho encallar la negociación y han impedido el acuerdo figuran el uso de los contratos por diferencia (CfD) a largo plazo, con un techo de precios que proteja al consumidor y un umbral que proteja al inversor, con el fin de acceder a las ayudas públicas. Los ingresos superiores al límite máximo se reembolsarían a los consumidores y las empresas. Los Veintisiete difieren sobre como redistribuir esos ingresos y su aplicabilidad a las instalaciones de producción de electricidad existentes. 

En marzo, Bruselas propuso que solo pudieran utilizarse para las inversiones en energías renovables. La presidencia sueca propuso que también puedan utilizarse para ampliar la capacidad o la vida útil de instalaciones nucleares. Una cesión hacia Francia a la que han dicho un no rotundo países como Alemania y Luxemburgo al considerar que suponen una “distorsión del mercado”. Su ministro Claude Turmes ha avisado de que este cambio supondría 120.000 millones en beneficios adicionales para el gigante francés EDF.

Distribución de ingresos

Tampoco genera consenso la flexibilidad en la redistribución de los ingresos de los contratos por diferencia que preocupa a la gran mayoría de Estados miembros. En la propuesta que presentó en marzo Simson propuso redirigir el dinero a rebajar la factura de los consumidores. En su compromiso la presidencia sueca proponía más flexibilidad para que los Estados miembros tuvieran un mayor margen de decisión. "Necesitamos más flexibilidad porque de lo contrario apenas va a haber alivio ni para consumidores ni para industria", ha recordado el ministro alemán Robert Habeck durante la discusión.

El último elemento de fricción que ha terminado por trastocar los planes de la presidencia sueca de la UE ha sido una propuesta introducida a última hora para contentar a Polonia: la posibilidad de mantener los subsidios del mecanismo de capacidad para las plantas de generación eléctrica con carbón más allá de 2025 de forma que puedan mantener suficiente capacidad energética en reserva y garantizar la seguridad en el suministro en caso de apagones. "Nos han cogido por sorpresa", admitía Ribera que ha abogado por una solución que no socave los objetivos climáticos al tiempo que de una solución que "de confort" a Varsovia.

Se trata de una postura compartida por muchas otras delegaciones que consideran un golpe a la política derde de la UE como Alemania, Austria o Luxemburgo. "No veo que sea el momento de permitir una subvención adicional para el carbón”, ha recordado el luxemburgués Claude Turmes que ha arremetido contra el "intento" de permitir por la "puerta trasera" las subvenciones al carbón. "Es inaceptable", se ha sumado la belga Tinne van der Straeten. "En Bélgica ya tenemos en nuestra legislación nacional la obligación de alcanzar la neutralidad climática y reducir drásticamente las emisiones para 2030 y 2040. Así que es algo que no podemos aceptar", ha dicho sobre el compromiso. "(Todavía) necesitamos centrales eléctricas de carbón, pero darles mayores subvenciones es un error incompatible con los objetivos climáticos", ha recordado Habeck.