Las negociaciones políticas que se iniciaron hace casi dos años y medio en busca del «músculo financiero de Castilla y León» han tenido una serie de reveses en los feudos de algunos de sus impulsores que parecen indicar que el dicho popular se cumple: «en casa de herrero, cuchillo de palo». Los cuatro actores principales de la negociación entre representantes del PP -Juan Vicente Herrera y Tomás Villanueva- y del PSOE -Óscar López y Pedro Muñoz- han visto cómo se han ido modelando pactos financieros distintos a los que acordaron inicialmente en torno al denominado «Grupo Cajas Castilla y León» (Grupo CCL). El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el líder de la oposición socialista, Óscar López, acudieron de la mano a la presentación en sociedad del Grupo CCL. Era el 6 de noviembre de 2008 y, en aquella ocasión, los expertos encargados del diseño de este Sistema Institucional de Protección (SIP) ó «fusión fría» ya avisaron sobre las fusiones puras: «a pesar de sus indudables ventajas, tienen costes económicos y políticos muy elevados». Las seis cajas de ahorros de Castilla y León dijeron no a esta propuesta y apelaron a su autonomía para buscar una reestructuración del mapa financiero de la Comunidad, en el que cada uno parece haber elegido un camino. El sábado las asambleas de Caja España y Caja Duero ratificaron que su fusión es ya una realidad, aunque se ha convertido en el mal menor para los dirigentes políticos de Castilla y León, al convertirse en las únicas entidades financieras de la Comunidad que han secundado, aunque a su manera, el propósito inicial. Del camino oficial marcado por la Junta de Castilla y León se desmarcó primero la burgalesa Caja del Círculo Católico -con el consiguiente enfado del burgalés Herrera-, aunque luego le siguieron Caja de Burgos -con amago incluido para entrar en la fusión Duero-España-, Caja Segovia y Caja Ávila. Estas entidades financieras -Caja Círculo, Caja Burgos, Caja Segovia y Caja Ávila- han causado los mayores disgustos políticos a los dirigentes del PP y del PSOE en materia financiera: el burgalés Herrera, el segoviano Óscar López, mientras que al vallisoletano Tomás Villanueva parece complicársele la posibilidad de que un paisano suyo pueda presidir la entidad fruto de la fusión España-Duero.