El objetivo de este artículo es rendir un obligado homenaje a Paul A. Samuelson (15 de mayo de 1915-13 de diciembre de 2009), el primer Nobel de Economía individual (1970), ahora que, justamente por ser mortal, se ha convertido en inmortal. Samuelson es inmortal porque nos ha transmitido un legado en el que se incluyen, al menos, dos «cosas inmateriales» que han sido revolucionarias: unos fundamentos y unos principios. Hablaré de ambos y, posteriormente, cerraré el artículo reiterando su visión de la economía capitalista.