El Atlético Benavente sumó este sábado un intenso empate ante el Alzira, equipo con el que protagonizó un absoluto partidazo de fútbol sala pero en el que no pudo poner la guinda. Desde luego que el encuentro en La Rosaleda no defraudó, y el desgaste fue brutal desde el primer minuto. Ambos equipos salieron dispuestos a poner sobre la pista un juego rápido con el que sorprender, y el intercambio de golpes no se hizo esperar. Los blanquiazules, alentados por una afición entregada, tuvieron la oportunidad de abrir el marcador, pero fueron los valencianos los primeros en abrir la lata.

Lejos de amilanarse, los locales fueron a por todas. Una vez más Charlie y Malaguti (sin desmerecer al resto) fueron la gran referencia en ataque hasta que este último puso el empate (1-1). El nivel era tal que parecía difícil que los protagonistas aguantasen el nivel, pero lo hacían. El partido era un correcalles que permitió también a Dani Simón lucirse con buenas intervenciones con las que aguantaba el empate.

Hasta el último instante de este primer tiempo lo intentaron. La tuvo Colorado, pero sobre todo Charlie con un gran disparo que sorprendentemente repelió el meta valenciano cuando se cantaba el 2-1. Al final, 1-1 al descanso que dejaba todo en el aire, aunque parecía difícil mantener ese nivel de juego tan alto. Sin embargo, el Atlético Benavente no estaba dispuesto a dejarse nada y nada más salir mostró garra. Un disparo de Colorado y otro de Brian al palo fueron la carta de presentación del segundo tiempo. El trabajo en defensa tampoco se rebajaba, conscientes de que un error podía salir extremadamente caro. Una vez más Dani Simón estuvo providencial bajo palos, al igual que Serra que evitó otro tanto de Malaguti. Al final, hubo recompensa a ese vendaval blanquiazul, cuando tras una jugada por banda diestra Brian ponía el 2-1.

Tras verse por detrás Alzira quiso apretar el acelerador, y tiempo tenía, pero los de Chema buscaban la sentencia y achucharon con todas sus armas, que no son pocas. La lucha volvía a estar en lo más alto en el pabellón y la atención debía ser máxima en defensa y ataque a partes iguales. Malaguti era absoluto protagonista y desquiciaba a la defensa visitante, pero el duelo entró en el último tramo totalmente abierto. En esa vorágine, y tras la enésima ocasión, esta vez de Colorado, Castejón sorprendía en velocidad para poner el 2-2. Tuvo opciones Alzira de culminar la remontada, pero también los locales, mientras que la tensión iba creciendo. De ahí al final, el Atlético Benavente fue a por la victoria y muestra de ello es que a falta de 2,30 se apostó por el portero jugador, un acto de absoluta valentía de equipo y cuerpo técnico que no quiso dejarse nada en el tintero.

Al final, y aunque se volcaron, no fue posible pero suman un punto de absoluto pundonor en un partidazo.