El Zamora CF inició ayer una nueva semana de trabajo con la mente puesta en revertir la delicada situación en la que se encuentra tras su tercera derrota liguera. Los rojiblancos, en puestos de descenso a Tercera RFEF, atraviesan por su peor momento deportivo de la temporada. Una realidad que ha llevado a la afición a cuestionar la continuidad de un Yago Iglesias que, en Miramar, ya tuvo que responder a las críticas sobre su trabajo y los rumores de un posible cese.
“Estoy aquí para intentar hacer las cosas bien y ganar los máximos partidos posibles. La destitución no se me pasa por la cabeza, yo tengo que trabajar y pensar en el entrenamiento de mañana para intentar que los jugadores retomen y tengan en la cabeza la idea de lo que queremos”, comentó al término del partido el técnico gallego sobre los rumores que apuntaban a su salida tras la derrota. Una labor que ejerció ayer, rodeado de una plantilla que después de ceder ante el Marino de Luanco cerró filas entorno al técnico.
No fue un único jugador sino varios los futbolistas que manifestaron tras el 1-0 del domingo, a través de los medios, que Iglesias es “el mejor técnico para esta plantilla” y la figura idónea para llevar el proyecto adelante con éxito. Una postura que debe tener su peso y honra a un plantel que no ha rendido al nivel esperado hasta ahora.
Tras una pretemporada con cifras extraordinarias y después de dejar en la cuneta a la Cultural Leonesa en la fase regional de la Copa RFEF, los zamoranos se han hundido logrando una única victoria en cuatro partidos, trayectoria que ha situado al conjunto rojiblanco en puestos de descenso. Posiciones que ocupa, a mayores, sin haber dejado su portería a cero en ninguna ocasión, con siete tantos encajados (la mayor cifra de su liga) y el segundo peor golaverage liguero hasta la fecha.
Esos datos, reflejo del gris inicio de liga por parte del plantel de Yago Iglesias, son a los que se aferra el aficionado para poner en tela de juicio el futuro del gallego en el club. Todo ello sin olvidar que, antes de arrancar el campeonato, el presidente Víctor de Aldama no dudó en afirmar que si algo lamentaba de la campaña anterior fue haber esperado a cesar a David Movilla cuando los resultados negativos se acumulaban.
La afición, impaciente, espera resultados cuanto antes pese a que Iglesias ha reiterado la necesidad de un tiempo de adaptación para el Zamora CF tras una renovación prácticamente completa de vestuario en verano. Una reconstrucción que la preparación dejó entrever que estaba bien encauzada y, ahora, parece lejos de acabar.
Los ánimos no son los propicios y, como el propio técnico reconocía en Mirarmar, “las sensaciones son malas”. La única nota positiva para el Zamora CF es que, si bien llega “tocado” a una nueva semana con doble compromiso, contará con dos oportunidades para congraciarse con sus seguidores y empezar a recuperar su confianza. La primera, mañana ante el Bergantiños en busca de la Copa del Rey; la segunda, la determinante, el domingo en casa frente a SD Compostela.
