Miguel Ángel García lleva ya varias temporadas a la cabeza del InterSala Zamora, un club relativamente nuevo pues se fundó en 2015, cuyo gran objetivo es devolver a la capital del Duero al lugar que pertenece dentro del fútbol sala nacional. Un propósito a conseguir a largo plazo, si bien esta temporada la entidad pretende dar un paso importante en su camino hacia esa meta.
–¿Es esta la temporada más ambiciosa del InterSala Zamora?
–Sí, desde que se fundó el club, lo es. Entendemos que para dar un salto hacia delante como ha hecho Unionistas de Salamanca hay que apostar a caballo ganador y eso es lo que hemos hecho. Tenemos los pies en el suelo, somos prudentes, pero miramos fijamente al ascenso a Segunda División B.
–¿Qué lleva al club a poner su empeño en ascender este año?
– Queremos ascender. Quizá este año, puede que el próximo, eso no se sabe. Lo que queremos es devolver a Zamora la ilusión por el fútbol sala, la que se vivió en los años más gloriosos en los que la afición local fue nombrada la mejor de categorías Plata y Oro. Es complicado, pero creo que con trabajo y tiempo lo conseguiremos.
–Parte de ese pasado le pertenece al presente de la plantilla, ya que Juanito estará en el banquillo. ¿Su fichaje es una muestra de sus intenciones?
–Tenemos muchas ganas de que el fútbol sala vuelva a estar donde debe y para ello hacen falta profesionales. Por eso hemos apostado por un técnico de alto nivel y hemos apostado por traer tres o cuatro jugadores que le den un salto de calidad a la plantilla.
–Qué puede aportar Juanito al proyecto más allá de la garantía que supone un técnico profesional?
–Creo que lo más importante que va a aportar es su forma de ser. Es una persona muy persistente, un hombre que le encanta el fútbol sala y que vive para ese deporte. Ya vimos en la última captación de jugadores las ganas que tiene por empezar, está deseando que llegue el inicio de pretemporada.
–Además, aportará gran experiencia al grupo.
–Por supuesto. Creemos que la cabeza del proyecto deportivo tiene que ser un entrenador fiel a sus ideas, que exprima a los jugadores al máximo pero también que entienda nuestra ilusión por estar arriba. Juanito sabe de la tradición zamorana del fútbol sala y conoce su pasado, por lo que ese bagaje y sus años como entrenador le convierten en una persona idónea para ello.
–Más allá del entrenador, hace falta una plantilla con garantías para pelear por el ascenso. ¿Cómo se ha compuesto el Euronics Caja Rural este año?
–Siempre intentamos contar con una figura que nos ayude en ese proceso. En esta ocasión, junto a Juanito, ha estado Luis Merchán. Creo que han hecho un gran trabajo. Se han mantenido una serie de jugadores importantes y se ha apostado por el jugador local, con diez zamoranos en nuestras filas. Varios de ellos, vienen del River Zamora, impulsados por la llegada de Juanito, como Oli, Nacor o Molina. Después, en el mercado, hemos tratado de incorporar a jugadores con gran proyección pero sin hueco en equipos de superior categoría. Dani Martín es un gran ejemplo de este perfil, en el que también estaría Iñaki Bayón o Jorge Corral, un jugador que ya quisimos traer el pasado curso y que pondrá el gol para hacernos más competitivos.
–Según detalla el bloque, las perspectivas no pueden ser mejores.
–Hay que ser prudente y, sobre todo, realista. Nos vamos a encontrar con equipos con ese mismo objetivo y mucho potencial. Cuéllar, el recién descendido UVA... y, además, hay otros equipos como Ciudad Rodrigo, Cistérniga o Arévalo que son rivales muy duros en casa. Será una liga complicada, seguro.
–Aún así, ¿sería un fracaso no lograr el ascenso este curso?
–Ni mucho menos. De hecho, no es tan sencillo ascender. Además de tener que superar a todos estos rivales en 26 jornadas, el hecho de que Castilla y León tenga una única plaza y sea de promoción lo hace más difícil. Hay que ganar la liga y, después, rezar porque no te juegues el salto a Segunda B con ningún equipo madrileño. Por ello, siempre calificamos la Tercera División de Castilla y León como “un pozo” al que es muy fácil caer pero difícil de salir. Razón por la que, más allá del ascenso, nos marcamos otros retos como crecer.
–¿Crecer? ¿A qué se refiere?
–Somos un club reciente y no tenemos cantera. De ahí nuestro acuerdo de filialidad con el Racing Zamora. Entendemos que, según está la situación económica y lo que puede venir, ser un club fuerte pasa por el trabajo de base. Por producir el mayor número de jugadores de calidad en casa y, por ello, vamos a intentar contar con una estructura más sólida. Juanito siempre ha querido una plantilla amplia y un equipo filial ayuda a combatir lesiones o sanciones. Además, nos permite formar jugadores y darles oportunidades en Tercera División.
–¿De ahí las captaciones y el fortalecimiento del cuerpo técnico?
–Exacto. Un club o un equipo no se crea para una única temporada, se forma para que perdure en el tiempo. Queremos devolver a Zamora al lugar que merece pero el gran objetivo es consolidarse y no ser flor de un día. Para ello es fundamental una estructura sólida.
–Supongo que, en ese crecimiento, también se piensa en ganar masa social.
–Va todo unido. Ojalá algún día se vuelva a contar con cerca de 800 socios como antaño, pero es difícil. Por ahora, hay más de un centenar de aficionados con nosotros y creemos que, con un proyecto a la altura y mucho trabajo, la cifra puede crecer. Ese número crecerá a medida que renazca la ilusión por el fútbol sala, y ese es el fin último del club. De ahí la apuesta que se ha hecho este año.
