Primera derrota de la temporada para el Zamora Enamora, cruel y dolorosa, porque durante muchos minutos la victoria estuvo en el aire y bien pudo caer de su lado. Pero la extraordinaria aportación del voluntarioso Joe Cremo y algunos errores en el lanzamiento en los últimos minutos del choque le hicieron sucumbir en feudo del Zornotza Saskibaloi Taldea. Eso sí, muy dignamente porque lo dieron todo y nadie les puede achacar nada a ese respecto. En todo caso, en Larrea y también ante un invicto Zornotza Saskibaloi Taldea, se vivió un gran espectáculo durante muchos momentos, aunque al final la contienda se decantó para los de casa por su mayor precisión en el tramo final del enfrentamiento.

El partido comenzó con duras defensas individuales de ambos conjuntos y les costó abrir el marcador. Tiros nerviosos en los primeros compases que no encontraban el aro. El jamaicano Maitland buscaba a sus compañeros pero éstos no encontraban huecos libres en la zona vizcaína para lanzar en ventaja. No había tregua bajo los aros y sí mucha brega y sudor. Poco a poco se serenó más la contienda y mediado el primer acto los del Ángel Nieto lideraban el electrónico con tres puntos a su favor (9-12), pero el acierto de los de Larrea con Cabrera al timón dio la vuelta al encuentro. Un parcial de 7-0 les puso de nuevo por delante, fueron casi cuatro interminables minutos en los que los hombres de Saulo Hernández no consiguieron perforar las redes locales. Unos tiros libres del senegalés Sene rompieron el maleficio, aunque no pudo limar toda la diferencia y al término de este periodo la desventaja era de -4 (19-15).

El segundo acto tuvo color verde local durante muchos minutos, los triples de los vascos empezaron a hacer daño y abrir hueco en el luminoso. El neoyorquino Cremo empezó con su recital particular y alcanzaba los 10 puntos nada más comenzar el periodo. No podían los de Saulo Hernández frenar la salida en tromba de los de Amorebieta y no tuvo más remedio que agotar su primer tiempo muerto para intentar detener la tragedia que se vivía en la cancha. Porque otro nuevo parcial de 7-0 había puesto el marcador en un preocupante 26-15 y la herida zamorana sangraba sin poder cerrarse. Sólo se había logrado un punto de tiro libre en cinco minutos de cuarto, su único bagaje ofensivo en el cuadro visitante.

El que no perdía comba era el citado Cremo, que volvía a machacar y aumentar sus estadísticas personales con otro triple para colocar una máxima de +13 (29-16). Saulo Hernández volvió a llamar a capítulo a los suyos y de vuelta a la pista apretaron mucho en su zona cerrando con fuertes y pegajosos marcajes las líneas de tiro a los de Zornotza; y éstos comenzaron a fallar. Por contra ahora sí entraban las canastas que intentaban los visitantes y el bahameño Fritz con un dos más uno muy trabajado y un triple del británico Round consiguieron igualar la contienda. Ahora sí que se frenaba la sangría de puntos y los diez que iban a encajar en este periodo devolvían a la lógica y a la media de los que habían recibido en los encuentros anteriores. Al descanso 29-29.

En el reinicio se iba a vivir un festival anotador. El choque hizo vibrar al repleto polideportivo de Larrea y se anotaron hasta nueve triples en este periodo. Cinco por parte local y cuatro por la visitante. Abrió el espectáculo el lituano Kalinicenko, pero Cabrera no quería ser menos y puso de nuevo la igualada desde los 6,25. Segundos después Solarin anotaba el suyo, es decir los tres primeros tiros fueron sendos triples. Fue un comienzo trepidante con mucha velocidad, sin que nadie mirase atrás y en cuanto cogían el esférico soltaban la muñeca. Los de Zamora habían logrado 11 puntos en tres minutos (38-40) y el duelo se estaba convirtiendo en un correcalles, pero los de Garita se sentían arropados por su grada y el toma y daca se convirtió en un nuevo aluvión de triples con los de Sainz de la Maza, Cremo y Mendía se cerraba el periodo (49-52).

Con todo por decidir los locales echaron mano del ganés Agbeko e igualaron el marcador al comienzo del definitivo cuarto. Hubo una falta intencionada de Kalinicenko para cortar una transición que no supo aprovechar el Zornotza. Aunque ahora los zamoranos estuvieron también dos minutos sin anotar. Round, que dirigió a su equipo porque Maitland no tuvo su día, pedía cabeza y serenidad a los suyos de cara a un final nervioso y muy tenso. Mediado el periodo la igualdad era máxima (59-59), pero había nervios y fallos en las entregas y en ataque, hasta que Solarin puso al Zamora por última vez arriba (62-64). Entonces, la frialdad de Cremo y la brega de Abdeko dieron la vuelta a la tortilla y a falta de minuto y medio fue cuando el Zornotza abrió un hueco ya insalvable para los de la ciudad amurallada. Los locales hicieron un parcial de 8-0 (70-64 y 40´´ por delante). Saulo Hernández intentó con un tiempo muerto diseñar la remontada pero ya no dio tiempo ni tampoc hubo acierto en los triples.

Tras esta derrota habrá que seguir apretando para alcanzar los objetivos de este ilusionante año que quieren vivir los zamoranos.