Derrota para un Atlético Benavente incansable ante el Atlético Mengíbar

Jornada por todo lo alto en el municipal de La Rosaleda con más de un centenar de espectadores en las gradas donde el Desguaces Casquero tenía ante sí una oportunidad de oro de seguir escalando en la clasificación, pero la experiencia y la pegada del Atlético Mengíbar dejó sin premio el buen hacer benaventano como demostró el 2-5 final.

El partido comenzó de la mejor forma para los de Chema Sánchez, que pronto se adelantaron en el marcador. En una buena transición ofensiva, un disparo de Yayo era repelido por Marco y el rechace lo aprovechaba Charlie para poner el balón cerca del larguero y adelantar a los suyos. Un gol que hizo reaccionar a un público que daba color al pabellón por primera vez en la temporada.

Los locales se sentían cómodos con una defensa en media pista mientras los visitantes alternaban el juego con pívot con el juego de cuatro con Dani Colorado como el hombre que llevaba más peligro sobre la portería benaventana. El balón parado de Mengíbar hacía daño en la defensa local como quedó claro en un saque de banda cerca de la portería local, cuando Colorado se lanzó en el segundo palo para encontrarse con el balón y anotar el empate.

Corría el minuto 13 de partido y el encuentro entraba en una nueva fase, pero sin cambiar los esquemas de ambos equipos. El gol de Mengíbar aupó a los visitantes que en un nuevo balón parado se ponían por delante. Colacha con un disparo desde la frontal batía a Dani Simón y ponía a los suyos por delante a falta de 5 minutos del final de la primera parte en una de las escasas llegadas a portería.

El paso por vestuarios supuso un soplo de aire fresco para los benaventanos. Hombres como Yayo o Iván hacían daño durante la primera rotación con su explosividad y velocidad. Tras el empuje inicial, el duelo se igualó y entró en una fase más plana donde los visitantes amasaban la pelota buscando la espalda de los defensas blanquiazules. Fórmula con la que Álvaro Vera se plantaba solo ante Marcos Vara y, con un disparo al palo largo, batía al meta y ampliaba distancias en el marcador silenciando a un pabellón que se fue enfriando.

Pero como dice una de las canciones que se entona en La Rosaleda, “Benavente nunca se rinde”. Y no se rindió. A falta de 7 minutos llegó un aluvión de ocasiones locales para recortar diferencias. Primero Charlie, al palo, y después Iván exigían a Marco para evitar el gol. Pero poco podría hacer el portero visitante ante un fuerte disparo de Malaguti a falta de 5 minutos que ponía de nuevo emoción en el choque. Momento en el que los de Benavente apostaron por el portero jugador que tan bien le fue ante El Ejido.

Los ataques locales embotellaban a los de Jaén, pero el empate no llegaba. La defensa de los visitantes se mostraba sólida ante las intentonas locales. Los minutos pasaban y la presión se echaba encima de los de Benavente, quienes arriesgaban buscando el empate con pases interiores, como el que robaba Dani Colorado a falta de 30 segundo para certificar la victoria visitante en un emocionante encuentro que cerró el tanteo de Ureña en la última bola de juego.