Asier de la Iglesia dio ayer toda una lección de sabiduría a la hora de afrontar y de luchar contra la enfermedad en el transcurso del acto que protagonizó en el Consejo Consultivo la Asociación Zamorana contra la Esclerósis Múltiple. El ex jugador del CB Zamora explicó sus estrategias y el ingente trabajo que despliega para contribuir a que esta enfermedad que sufre desde los 29 años y que no le ha impedido seguir practicando el baloncesto a un alto nivel como exige la Liga EBA.

"Cuando me levanto siempre pienso si tengo ganas de jugar al basket y me digo que s. Mientras sea así, pues no pensaré en retirarme. No sé qué día me levantaré o iré a jugar y diré, no me compensa, pero por el momento, no hay un día que me levante y piense que me da pereza coger un balón de basket", no duda en reconocer el jugador enraizado en Toro de 36 años, al tiempo que explica que "los jugadores de mi tiempo y los de la selección de Euskadi, ya están todos retirados y yo continúo ahí. Con 36 años, o te compensa económicamente porque eres Felipe Reyes y porque te gusta, o decides dejarlo. Pero yo tengo las mismas ganas de jugar que cuando con 29 años me detectaron la enfermedad y le pregunté al médico si podía seguir jugando al baloncesto. Con 16 años tenía las mismas ganas de jugar que ahora y eso es lo que me mantiene jugando al basket porque además soy como un niño pequeño".

Poco a poco, su dedicación al baloncesto se ha ido quedando por detrás del ingente trabajo que realiza por toda España para darle visibilidad a esta enfermedad: "Durante el último año, no duermo más de un día en casa a lo largo de la semana. Siempre estoy viajando. La próxima semana voy de Bilbao a Barcelona y Tenerife; la siguiente, Málaga-Cuenca-Madrid... Doy conferencias o participo en eventos solidarios muy diversos. Cuento historias de una persona a la que una enfermedad le ha cambiado la vida, pero a la gente siempre le gusta oir que soy feliz. Hoy en día hay muchos libros de autoayuda, de positivismo, de ser feliz toda la vida, y todos son iguales porque me los leo todos. A mi me gusta oir a gente que tiene problemas en su vida y consigue ser feliz, eso es lo que marca la diferencia.

Leer un libro está muy bien, y a mi me gusta leer libros de positivismo, pero son todos los mismos trucos. Hay que ser feliz, levantarse cada día como si fuera un día nuevo, pero hay que actuar y hay que hacerlo. A nadie le resulta fácil levantarse todos los días contento. Y si alguien lo hace y tiene la vida complicada, eso es lo que te marca, y quieres aprender de él".

De la Iglesia recuerda una pregunta que le suelen plantear a menudo; ¿cómo consigues ser feliz cada día?: "Pero esto no tiene un truco. Cuando doy conferencias a empresarios que ganan mucho dinero, me doy cuenta de que no son los más felices.