El Celta abrió la era de Antonio Mohamed en Balaídos con un empate ante el RCD Espanyol (1-1), en un partido que controló con autoridad en los primeros veinte minutos pero que se niveló sin excesiva brillantez en el resto del choque, escaso de ocasiones de gol. El Espanyol, sólido en defensa, mostró más pegada: avisó con un mano a mano de Borja Iglesias en el área ante Sergio, y cerró la primera parte con un gol de Hermoso, que remató un córner después de un fallo de marcaje de Júnior Alonso. El Celta remendó su desajuste nada más abrir la segunda mitad, con un centro del defensa Júnior Alonso que se envenenó y acabó dentro de la portería de Diego López, luego de un mal despeje de David López. Con un ligero dominio celeste, en un choque que se fue descosiendo hacia un partido de ida y de vuelta, donde se cerró el primer encuentro de ambos técnicos con un empate gris a la espera de sus mejores versiones.