El madridismo, o al menos parte de él, está cansado de Benzema. Al galo le acusan ahora de ser un nueve con las estadísticas goleadoras de un central o de haberse convertido en el jugador del Real Madrid, tras los dos porteros (Keylor Navas y Casilla), que más pases falla. Así que en la tribuna del Bernabéu tampoco lo ven como segundo delantero generoso en asistencias. Puestos a buscar algo positivo -o según se quiera ver- es que el debate sobre el protegido de Zidane -"voy a defenderlo hasta la muerte", advierte el técnico francés- está tapando la caída en picado de la aportación de Isco al equipo merengue.

Al malagueño, tras un arranque de temporada en el que parecía que iba para Balón de Oro, se le afea que se ha convertido en un lastre para la verticalidad que gusta entre las huestes madridistas, pese a chispazos como los de ayer ante el Gremio. Que el equipo con él pierde gas ya que congela contragolpes gambeteando hasta su sombra sin sentido, que ha ganado masa -¿muscular o grasa?- en zonas poco propicias para un futbolista, que no deja territorio a Modric y Kroos para que desplieguen su fútbol... Y todo ello cuando Bale parece que, poco a poco, está de vuelta y ya hay quien se ha casando de los cuatro centrocampistas y quiere volver a la BBC, aunque de ella forme parte Benzema.

Y Casemiro tampoco enamora. El brasileño ya no es visto como el jugador que da equilibrio a un equipo que se estira y se parte para regocijo de rivales de cualquier categoría, que son capaces de hacerle ocasiones a puñados a los de Zidane. Aunque para hablar de equilibrio en un equipo como el Real Madrid hay que remontarse a temporadas muy lejanas en la galaxia blanca

Por eso, y tras el aplastante 5-0 al Sevilla previo al Mundial de Clubes -lo único que hace grande a este trofeo son los 23 millones de euros que se embolsarán los blancos por ganar al Gremio- hay quien prefiere el dinamismo de Lucas Vázquez y Asensio que, cuando menos, no incordian a Modric y al alemán.

A la vuelta del lejano Oriente se verá si Isco sigue perdiendo gas y si el Madrid podrá soportar la factura que pase el butanero.