El equipo nacional de baloncesto de Estados Unidos sufrió la baja de otra estrella de la NBA con la retirada voluntaria del alero Kevin Durant, de los Thunder de Oklahoma City, al considerar que no se encontraba en condiciones físicas ni mentales para estar con el resto del equipo.

Durant, el Jugador Más Valioso (MVP) de la pasada temporada, admitió a través de un comunicado oficial que no se sentía capacitado para cumplir con sus responsabilidades dentro del equipo cuando disputen a partir de finales de este mes el Campeonato del Mundo en España.

"Después de completar el campo de entrenamiento con el equipo nacional me di cuenta que no podría hacer frente a mis responsabilidades porque no me encuentro con la energía física ni mental para hacerlo", destacó Durant. "Necesitó dar un paso atrás, tomarme algún tiempo para descansar y estar listo para la nueva temporada de la NBA".

La decisión tomada por Durant es vista por muchos como una forma de uno arriesgarse a sufrir una lesión que comprometa su temporada en los Thunder y sus acuerdos con diferentes marcas de prendas deportivas por valor de millones de dólares.

Además, la terrible lesión de Paul George, que sufrió fractura completa de la pierna derecha, ha creado un temor general entre los jugadores estrellas y los dueños de los equipos de cara a participar con la selección nacional siendo varios los que no participarán y dejando a Rose, base de los Bulls, como el referente del combinado.