Se acabó. La Vuelta Ciclista a Zamora ha echado el cierre este domingo, después de cuatro jornadas de duras etapas y de enorme espectáculo. Una vez más, la organización ha sido un éxito, y los aficionados han respondido de forma fantástica. Los corredores nunca han pedaleado solos y, gracias al aliento de los espectadores, han sido capaces de superar las duras rampas, las incómodas carreteras y los peligrosos descensos de la ronda zamorana que continúa siendo una verdadera fiesta del ciclismo.

Ayer, la etapa salía de Villaralbo, y los habitantes de la localidad zamorana no quisieron perderse la salida de unos corredores en cuyas caras se notaba el cansancio acumulado de los tres días previos. De Villaralbo, los ciclistas pasaron a Villalazán, el pueblo de Alfonso Suaña, un municipio que, como siempre que la prueba discurre por sus calles, presentó un aspecto festivo fantástico, que, a buen seguro, espoleó a los corredores que, todavía, iniciaban el recorrido de la etapa.

Pese a que la etapa se disputó a lo largo de la jornada matinal del domingo, con todo lo que ello conlleva, el resto de localidades también se llenaron de público y apoyaron a todos los ciclistas. Especialmente a Cristian Escudero, el corredor zamorano del Cai, que ayer estuvo escapado durante buena parte de la jornada. El propio corredor finalizaba la etapa verdaderamente satisfecho, pese a la dureza del recorrido, y es que se a logrado enfundar el maillot de las metas volantes, gracias a los cual ha podido sentir el cariño de sus paisanos en el podio. «Ha sido la recompensa después de tanto esfuerzo», reconocía el ciclista benaventano.

Finalmente, a eso de las 13.45 de la tarde, entraron todos los corredores a la meta, unos más contentos que otros, pero todos satisfechos por finalizar la jornada y cerrar una Vuelta que a más de uno le pasará factura. Esperemos que no le suceda a Luis Castellano, que tiene que mantener bien la forma para la Olimpiada de bomberos, que se disputará en Estados Unidos, y a la cual acudirá en el próximo mes de agosto.