Comienzan las obras para abrir el Museo de la Memoria de Ribadelago

Los trabajos para reconvertir el edificio del viejo ayuntamiento de la localidad se inician con un plazo de ejecución fijado en cinco meses

El alcalde del Ayuntamiento de Galende, José Manuel Prieto, en la 2ª planta del edificio, en obras. | A. Saavedra

El alcalde del Ayuntamiento de Galende, José Manuel Prieto, en la 2ª planta del edificio, en obras. | A. Saavedra / Araceli Saavedra

La empresa Meraki de La Coruña, con una delegación en Zamora, ha iniciado la ejecución de las obras del Museo de la Memoria de Ribadelago. Unas obras que estarán concluidas en cinco meses, como establece el plazo de ejecución. La reforma del antiguo ayuntamiento para su trasformación en el esperado Museo comenzó el pasado 2 de mayo.

«Ni yo me lo creo», reconocía el alcalde de Galende, José Manuel Prieto Ramos, tras visitar el edificio en plena fase de demolición de la tabiquería interior, con el jefe de obra, Manuel Vicente. El alcalde reconocía también la buena disposición del responsable de la empresa subcontratada, Luis González, que realiza estos trabajos preliminares en el interior de la edificación. Trabajos que también incluyen la estructura y cubierta.

En el inicio de las obras se ha preservado el fresco pintado en la pared de la segunda planta representativo de la pintora gallega María Antonia Dans Boado, dañado por las goteras en 2011, al poco de terminar la obra del tejado.

Mural tapado para protegerlo mientras duren las obras.

Mural tapado para protegerlo mientras duren las obras. / A. S.

Y ese «no me lo creo» es por los 14 años y casi cuatro meses de retraso con que comienzan las obras y el abandono de todas las administraciones a la ejecución de este proyecto prometido el 9 de enero de 2009 en el trascurso del 50 aniversario de la rotura de la presa de Vega de Tera. «Va a ser más que un museo. Va a ser una oficina de turismo y punto para el turismo muy importante para el municipio», se explayaba el alcalde en conversación informal con responsables y trabajadores de la obra.

Una obra que estuvo a punto de perderse por falta de interés de las empresas en su ejecución, el encarecimiento de precios, un presupuesto que se quedó corto. La firma del Convenio entre la Alcaldía y la Diputación Provincial ha posibilitado esta fase de la obra. El alcalde tiene claro que deja empezada la obra pero no será quien la inaugure, «esto no es por electoralismo».

La persona que realiza los trabajos de demolición reconocía el buen estado de la edificación, concretamente forjados y muros. El comentario al vuelo fue «donde se gastaron lo que no metieron en la presa», en alusión a las deficiencias en la construcción de la presa de Vega Tera y la posterior construcción de un pueblo nuevo de urgencia, del plan Badajoz. El proyecto «no tenía nada que ver con las construcciones de la zona». No traía incluidas coberturas de losas, es decir, unas buenas cubiertas de pizarra que dos vecinos se encargaron de colocar en los años 60.

Planta inferior del edificio en obras.

Planta inferior del edificio en obras. / A. S.

El problema del tejado del Ayuntamiento de Ribadelago es «la poca caída» con que se construyó para una zona de montaña con nevadas y lluvias relativamente abundantes. Dicho tejado se reformó hace menos de una década pero ha dado problemas de agua. «Patrimonio no deja elevarlo», agrega el responsable municipal.

Está todo el material encargado, desde las ventanas hasta el ascensor que es lo que más tarda, cuatro meses, y que será prácticamente el último elemento a instalar, como precisaba Manuel Vicente.

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