El aceite de Latedo se abre al mundo

El molino recupera la producción artesanal y el Ayuntamiento de Trabazos firma un convenio con la Asociación Olearum Cultura

Elaboración de aceite al estilo tradicional en el molino de Latedo

Elaboración de aceite al estilo tradicional en el molino de Latedo / Ch. S.

La “Raya” de España (Aliste) y Portugal (Tras os Montes y Alto Douro) ha recuperado, gracias a la iniciativa de los vecinos y emigrantes de Latedo, la ancestral tradición de la producción artesanal de aceite de oliva y la elaboración de las exquisitas hogazas (tortas) de pan casero en el horno de leña de la “Tía Emilia”.

Ayuntamiento de Trabazos, representado por el alcalde de Latedo Miguel Terrón, y Asociación Olearum Cultura y Patrimonio del Aceite, presidida por el doctor Francisco Lorenzo Tapia, firmaron un convenio de colaboración, con el objetivo de dar a conocer el olivar, el aceite y el lagar de Latedo en el mundo. Olearum tiene socios en España y además en Estados Unidos, Japón, Italia y Túnez.

El doctor Francisco Lorenzo mostraba su apoyo a la actividad olivarera alistana con un “molino de técnica greco-romana. Es muy importante poner en valor la cultura del aceite y transmitir a las nuevas generaciones de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Cada año el socio de Olearum que venga a Latedo se traerá plantas de una nueva variedad para plantar en el pueblo” parafraseando a un clásico: “El mediterráneo termina allí donde se plantea el último olivo”. En España hay 300 variedades caracterizadas: 1.500 en el mundo.

Aceite elaborado en el molino de Latedo

Elaboración de aceite en el molino de Latedo / Ch. S.

La Asociación “Olearum, Cultura y Patrimonio del Aceite” fue fundada en Teba (Málaga), en el “Molino de las Pilas”, el día 23 de noviembre de 2007 con el propósito de agrupar a una serie de productores, almazareros, intelectuales, técnicos y amigos en general del mundo del aceite de oliva aunando esfuerzos para defender y divulgar la cultura del olivo y el patrimonio a él ligado. La próxima asamblea tendrá lugar en abril de 2023 Valverde del Fresno (Cáceres).

Convenio de Latedo con la Asociación Olearum Cultura

Convenio de Latedo con la Asociación Olearum Cultura / Ch. S.

Entre sus objetivos están “la conservación e inventariado del patrimonio agrícola, industrial y cultural vinculado al olivo, defender los aceites de oliva de calidad y la colaboración con universidades, centros docentes y ayuntamientos en la difusión de la agrorural cultura del olivo y sus aspectos educacionales”.

El propio Francisco Lorenzo Tapia fue el encargado de dirigir ayer el taller de cata “Aoves”.

Los más pequeños se sumaron a la tradición en Latedo

Los más pequeños se sumaron a la tradición en Latedo / Ch. S.

Tras dos años, 2020 y 2021, sin actividad a causa de la pandemia, los vecinos volvieron a abrir su lagar para elaborar aceite de manera artesana como lo hicieron durante siglos sus ancestros. Latedo es un oasis aceitero en Aliste, solo allí abundan los olivos y producen aceitunas en calidad y cantidad. Así los visitantes conocieron todo el proceso.

Pasará 2022 como un año marcado por la fuerte sequía, escasez de lluvia y olas de calor, que ha afectado muy negativamente también a la producción del olivar de la variedad Santuliana: ha sido una de las peores campañas del siglo XX. Aun así, las aceitunas alistanas siguen dando un alto índice de producción del hasta el 25%, todo un logro si tenemos en cuenta que en la olivarera Tras Os Montes se sitúa en el 20%.

Producción de aceite en el molino de Latedo

Producción de aceite en el molino de Latedo / Ch. S.

El pan casero alistano de hogaza y bolla fue durante siglos uno de los principales alimentos para las familias alistanas a la vez que un auténtico manjar elaborado por la abuelas y madres al calor del horno de adobes que había en cada casa calentado con la leña de jaras, encinas y escobas. Latedo recobraba ayer para el amasado y cocido en el horno comunitario de la “Tía Emilia”.

Como “niños” disfrutaron los más pequeños cogiendo por primera vez en sus manos las hogazas recién salidas del horno, bien calentitas, y con el exquisito sabor que las caracteriza.

Aliste y sus pueblos son un auténtico paraíso a nivel de productos agroalimentarios y tradicionales. Como broche de oro a la jornada Latedo ofreció la degustación popular de las ancestrales “Pingadas”, las torradas de pan casero tostado sobre las rojizas brasas de la lumbre del lagar, bañadas en el aceite recién elaborado y untadas luego con la miel de Aliste. Un auténtico manjar.

Producción de aceite en el molino de Latedo al estilo tradicional

Producción de aceite en el molino de Latedo al estilo tradicional / Ch. S.

Latedo, por iniciativa de los vecinos y siempre con el apoyo del Ayuntamiento de Trabazos, cuya Corporación Municipal preside el alcalde Javier Faúndez Domínguez, ha sido uno de los pueblos alistanos que más y mejor ha apostado en este siglo XXI por la recuperación del su patrimonio material y las costumbres relacionadas con él y con la vida rural de antaño en decadencia durante la segunda mitad del pasado siglo XX.

La primera y acertada apuesta fue en 2004 la restauración y recuperación de “La Lagar”, única almazara existente en Aliste con ayudas de la Unión Europea (Adata y Ayuntamiento). Gracias a ello nacieron las jornadas de elaboración artesanal de aceite. Este año, gracias a la ayuda de la Diputación de Zamora, se ha afrontado la mejora de la iluminación. Tras la almazara se recuperó un molino harinero y el horno de la “Tía Emilia”.

Degustación de tostas

Degustación de tostas / Ch. S.

Latedo fue municipio propio en 1842 cuando solo contaba con 15 hogares y 62 vecinos. En 1857 dejaba de ser ayuntamiento y era agregado al de Villarino tras la Sierra al que perteneció durante 72 años. El 16 de octubre de 1929 se desintegraba pasando Villarino tras la Sierra y Latedo a pertenecer al municipio de Trabazos, San Mamed al de Rábano y Santa Ana al de Alcañices.

Latedo alcanzó los 266 habitantes hace ya 112 años, allá por diciembre de 1910; hoy, aunque en verano se junta sobre 16 residentes, 51 son los empadronados y 21 las casas abiertas, la mayoría jubilados. Ilusión no les falta, pero la edad no perdona: “Aguantaremos hasta que podamos para mantener vivas nuestras tradiciones y nuestro pueblo porque son parte vital de nuestras vidas”.

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