La Opinión de Zamora

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El Camino Mozárabe a los ojos del juez peregrino

El magistrado y escritor José Antonio Vázquez Taín incluye a Tábara y Granja de Moreruela en un documental sobre histórica vía jacobea

José A. Vázquez Taín, en el Centro de Interpretación de los Beatos | I. G.

“Cómo es posible que un plato de pulpo sea típico de Orense cuando ni tenemos pulpo ni aceite ni pimentón”.

A partir del cuestionamiento surge el documental sobre el Camino Mozárabe que ultima José Antonio Vázquez Taín, estudioso gallego, escritor, juez y apasionado del Camino de Santiago.

La pregunta pone de relieve la importancia de una senda de peregrinación, que va mucho más allá del propio recorrido. “El Camino atrae cultura, gastronomía, ideas que no son las tuyas pero que van sumando y enriquecen. En un momento determinado piensas que algo como el pulpo a feira es nuestro, cuando en realidad es una suma de aportaciones; el pimentón de Zamora, el aceite de Andalucía, el pulpo de la costa. Y vamos a ir viendo que nosotros lo único que ponemos es el agua, aunque no nos damos cuenta de su importancia”.

Esa línea argumental va construyendo la historia del Camino Mozárabe, mucho más desconocido que el francés pero de gran calado histórico. “Territorios como Tábara nos demuestran que los mozárabes que estaban en la zona ocupada por los musulmanes, en un momento determinado no son bien tratados y empieza el éxodo, la repoblación de zonas que otros cristianos no querían ocupar. Tábara es uno de los ejemplos más bonitos, también Santa María de Moreruela” evoca el estudioso.

Vázquez Taín en Granja de Moreruela Cedida

La divulgación histórica es la razón de ser del nuevo trabajo de José Antonio Vázquez Taín, quien en el tiempo libre que le deja su intensa y rutilante carrera judicial, se entrega al estudio y difusión del Camino de Santiago. “Queremos poner de relieve que los mozárabes eran auténticos héroes por venir a repoblar una zona de guerra. O cómo los templarios se asentaron en este territorio y fueron verdaderos protectores de los peregrinos. Todas esas huellas que parece que están borrándose deben de ser reconocidas, identificando los vestigios históricos o las cruces, unas de la Orden de San Juan o las templarias o las propiamente cristianas”.

Tras “Peregrinas”, un documental sobre el protagonismo nunca reconocido de la mujer en el Camino a lo largo de la historia, el también peregrino Vázquez Taín vuelve a ponerse delante de la cámara con un trabajo sobre la huella mozárabe de las provincias de Zamora y Orense. De ahí su recorrido por Tábara, en cuya iglesia de Santa María (el Centro de los Beatos) se ha detenido para este nuevo trabajo, o en Granja de Moreruela y su imponente monasterio de Santa María de Moreruela.

Mi objetivo es poner de relieve que el Camino Mozárabe es mucho más que un camino de peregrinación

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“Es un proyecto muy ambicioso que llevaba mucho tiempo queriendo hacer. Mi objetivo es poner de relieve que el Camino Mozárabe es mucho más que un camino de peregrinación. Es un camino prehistórico, donde ya antes de la llegada de Roma había trashumancia, desde los montes gallegos para continuar por las llanuras de Zamora hasta Mérida. Recientes descubrimientos han puesto de manifiesto que las estelas de guerreros que han aparecido vienen desde el sur. Desde las costas del Mediterráneo hasta Galicia” cuenta José Antonio Vázquez Taín en su parada en Tábara para la grabación del documental.

En opinión del juez y escritor, el hallazgo de restos arqueológicos “nos demuestra que este camino no solo era para la trashumancia, también tiene importancia por la cultura de los metales, las mercancías. Es mucho más que prehistórico, posiblemente ya en la Edad de Hierro estuviera totalmente asentado”.

Vázquez Taín ante la representación del Scriptorium en el Centro de los Beatos de Tábara I. G.

A diferencia de otros recorridos, como el francés, que se construyen como vía jacobea, el Mozárabe era un camino anterior “que luego es aprovechado por los peregrinos y también por las tropas. Por este camino bajan las campanas de Santiago”.

Sin apartarse de ese contexto histórico, el documental trata de contar la historia de esta senda primitiva “para que cualquier persona que lo quiera recorrer, sepa dónde tiene que parar y la importancia del camino que está recorriendo. Conocemos el Camino Francés con sus lugares de interés. Sin embargo en el Mozárabe, por no desviarnos unos metros perdemos monumentos que son auténticas joyas”.

Zamora es un ejemplo evidente con la Torre de los Beatos de Tábara, el monasterio de Santa María de Moreruela, Santa Marta de Tera, la Torre templaria de Mombuey, Puebla de Sanabria o el monasterio de San Martín de Castañeda. “Quiero que la gente sienta, cuando haga este camino, todas esas fases de la maravillosa y compleja historia de España, a través de dos provincias, Zamora y Orense” cuenta Vázquez Taín.

Patrocinado por la Diputación de Orense y Xacobeo 21-22, el documental se preestrenará el día 27 de diciembre en la Ciudad de la Cultura, en Santiago de Compostela. En Zamora el trabajo verá la luz a través del Club La Opinión-El Correo de Zamora.

El sabio consejo de un padre

¿Cómo abarca tanto una persona dedicada a la Magistratura, escritor, colaborador en medios de comunicación, ahora documentalista, peregrino?. “Sigo un consejo que me dio mi padre cuando era pequeño. Decía, si tienes un trabajo estás siempre ocupado. Si tienes dos, debes organizarte y entonces ya te sobra tiempo. Por eso procuro tener varios”.

Por no desviarnos unos metros, en el Camino Mozárabe perdemos monumentos que son auténticas joyas

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José Antonio Vázquez Taín es autor de “Santiago. La leyenda del santo oculto”, “Al infierno se llega deprisa”, “Matar no es fácil”, “El mar sin fondo” y “Grandes juicios de la historia”.

Azote del narcotráfico, el magistrado orensano estuvo al frente de la instrucción, en 2003, del mayor alijo de cocaína del siglo en Galicia; llevó el mediático caso del robo y posterior recuperación del Códice Calixtino, actuó como magistrado de refuerzo en el caso del accidente ferroviario de Angrois y se hizo cargo del caso Asunta Basterra. Y sin renunciar a su gran pasión: el Camino de Santiago.

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