La Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago continúa su labor de preservación de las cinco rutas jacobeas que atraviesan la provincia. Hace menos de un año daban por concluida la señalización completa de la Vía de la Plata, del Camino Mozárabe-Sanabrés, del Camino del Tera, del Camino del Levante y del Camino del Sureste.

Más de 500 kilómetros recorridos por los voluntarios con la intención de evitar contratiempos a los peregrinos que pasan por la provincia de Zamora, fundamentalmente que no se pierdan por causa de una señalización deficiente.

Pero los elementos de la naturaleza, fundamentalmente la lluvia y el sol, han comenzado a desdibujar las icónicas flechas amarillas en algunos tramos de las rutas jacobeas, como advirtieron a esta asociación algunos peregrinos en las últimas semanas.

Pero los elementos de la naturaleza, fundamentalmente la lluvia y el sol, han comenzado a desdibujar las icónicas flechas amarillas en algunos tramos de las rutas jacobeas, como advirtieron a esta asociación algunos peregrinos en las últimas semanas.

Por eso el colectivo se ha puesto de nuevo manos a la obra y recorrerá de nuevo los 500 kilómetros de caminos repintando cada señal que lo necesite. El pasado fin de semana comenzaban por el límite de la provincia con Salamanca seis voluntarios (Domi, Flori, Dominga, Andrés, Enrique y Antonio) que señalizaron el tramo hasta Villanueva de Campeán.

Uno de los voluntarios repasa una flecha del Camino de Santiago de la Vía de la Plata. Cedida

Se buscan voluntarios

Comienza de esta forma, una planificación semanal para los voluntarios de la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, quienes a partir de ahora y hasta que den por finalizado este repintando, emplearán lo que queda de 2022 y una buena parte del año 2023, hasta que los 500 km de nuestros caminos, se encuentren en perfectas condiciones.

Señal indica a los peregrinos que salgan de la carretera para seguir por un camino de tierra. Cedida

En la primera jornada de trabajo se procuró conducir a los peregrinos por el trazado que siguen los caminos próximos a la carretera, aunque esto no ha sido posible en algunos tramos, ya que en las zonas de regadío el constante funcionamiento de los aspersores de riego inunda los caminos produciendo charcos, y el paso de vehículos pesados altera y degrada el trazado que van siguiendo, además de representar una incomodidad para el peregrino cuando los aspersores están en funcionamiento y les obliga a sortearlos para no mojarse.

La asociación confiaba en que para esta nueva tarea contaría con ayuda institucional, al menos para asumir el coste de los botes de pintura, pero de momento no ha sido así.