El cuerpo del piloto Santiago Durán ya ha sido trasladado este sábado al Instituto Anatómico Forense de Zamora, donde se ha confirmado su identidad y donde se espera a la práctica de la correspondiente autopsia, tras la cual sus restos viajarán a Sevilla, su ciudad natal. La avioneta desaparecida desde el pasado miércoles fue hallada ayer, a las 15.20 minutos, en la Sierra de Porto con el cuerpo sin vida del hombre de 36 años y padre de dos hijos.
Un espectacular despliegue de medios desde primera hora de la mañana en la zona permitió la localización de los restos del aparato en la sierra sanabresa. La aeronave en la que viajaba el joven conductor y único ocupante del aparato, fue localizada junto con el cadáver del piloto a primera hora de la tarde de ayer, al sur del Moncalvillo, en el límite de la provincia de Zamora con Ourense.
A las 21.30 horas la Guardia Civil bajaba a hombros el cadáver del piloto de la avioneta a los vehículos que se encontraban en las proximidades de Porto de Sanabria. Una tarea que los agentes realizaron a pie, recorriendo casi cuatro horas de travesía.
En el traslado desde la zona donde apareció hasta el camino estaban esperando los vehículos y participaron componentes del Greim, del Servicio Aéreo de León, componentes de la Usecic de la Comandancia de Zamora, y Seguridad Ciudadana.
Los agentes que participaron en el rescate del cuerpo se ganaron el aplauso de todo el operativo por la dureza del recorrido y las inclemencias del tiempo. Junto a la Guardia Civil acudieron dos vecinos de Porto que conocían el camino y ayudaron a transportar la camilla en los relevos.
La aeronave fue avistada desde un helicóptero forestal de la Junta de Castilla y León sobre las tres y veinte de la tarde y hasta el lugar de los hechos, una zona de “imposible acceso por carretera”, se desplazaron efectivos del Greim, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil, según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zamora.
Una vez que se pudo aterrizar cerca del aparato siniestrado, los servicios de emergencia comprobaron que en el interior de la nave se encontraba el cuerpo sin vida del piloto. Dada la dificultad de acceso a este lugar, tanto por lo agreste de la zona como por el tiempo de niebla y lluvia existente, la Guardia Civil gestionaba a lo largo de la tarde de ayer el rescate del cadáver que será trasladado al Instituto Anatómico Forense de Zamora, según confirmó la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.
La Guardia Civil investiga las circunstancias del siniestro en colaboración con la Ciaiac (Comisión de investigación de accidentes e incidentes de aviación civil), bajo la tutela del Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria.
El amplio dispositivo de rastreo comenzaba a concentrarse a las ocho y media de la mañana ante el cuartel de la Compañía de Puebla de Sanabria, donde quedó instalado el Centro Provincial para coordinar a todos los efectivos desplazados desde la propia provincia y de la comunidad gallega.
Más de 150 personas, 55 vehículos y cuatro medios aéreos –1 de Búsqueda de la Guardia Civil, 2 naves del Ministerio de Defensa de Aviación Civil y la aeronave del 112–, a los que se incorporaban medios aéreos de la empresa PYLSA, titular del monoplaza extraviado, THRUHS 710 España Cáceres –Madrid X Lugo, además de dos drones de la Comandancia de Zamora participan en estas labores, bastante condicionadas por la meteorología adversa, y que ayer tampoco ayudó.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, se desplazaba junto con el subdelegado de Zamora, Ángel Blanco, hasta Puebla para informar del operativo desplegado principalmente en la comarca limítrofe de Sanabria. Barcones señalaba por la mañana que la prioridad era “encontrar con vida al piloto lo antes posible”. Lamentablemente horas después se confirmaba la peor de las noticias.
Hasta el puesto de mando se trasladaban familiares del desaparecido y responsables de la empresa PLYSA. Durante la jornada, la familia del piloto fallecido recibió atención psicológica en el alojamiento facilitado en Puebla de Sanabria.
El área de búsqueda acotada fue de 180 kilómetros cuadrados, 18.000 hectáreas, entre Orense, León y Zamora, y más concretamente todo el noroeste en la comarca de Sanabria y Alta Sanabria. Con la información técnica se priorizaba un área en la provincia de Zamora.
El puesto de mando en Galicia también se mantenía operativo aunque las labores se centraban en Zamora “porque no vamos a descartar ninguna posibilidad, pero todo de lo que disponemos nos indica que tenemos que priorizar en estos momentos en este radio de búsqueda”.
El jefe de la Comandancia de Zamora, al frente
El teniente coronel Héctor David Pulido, Jefe de la Comandancia de Zamora, explicaba, horas antes, que la búsqueda se centraba en la comarca de Sanabria junto a la frontera con Portugal –Padornelo, Lubián–, “una zona muy amplia con pocas poblaciones y pocas personas y con muchos caminos, senderos y pistas forestales, que estamos recorriendo con medios terrestres”. La zona acotada se delimitó en base a la información de la propia empresa sobre el trazado del avión, así como las maniobras del aparato para poder calibrar exactamente que ruta pudo tomar el piloto y centrar un cono de posibilidades.
Pese a la climatología adversa en toda la zona de montaña “los medios aéreos pueden volar y trabajar” pero la dificultad estribaba en las malas condiciones meteorológicas “para observar el terreno”, como explicaba el Jefe de la Comandancia.
El último punto de referencia de ubicación de la avioneta era la provincia de Zamora y el cono de rastreo establecido es en dirección norte. El último contacto con el experimentado piloto sevillano de 36 años se produjo a las 12,30 del miércoles. Ocho minutos después se perdió su rastro.
Sevillano, padre de dos niños y con más de mil horas de vuelo
Santiago Durán, sevillano, 36 años, casado y padre de dos hijos, era un profesional altamente cualificado, con más de 1.000 horas de vuelo. Estaba trabajando para el servicio de extinción de incendios de la Xunta de Galicia.
Tras conocer el peor de los finales, amigos y compañeros del gremio trasladaron su pesar al entorno del piloto fallecido: “Vuela alto”. También se sumaron a las condolencias la delegada del Gobierno y los presidentes de Castilla y León y Andalucía, Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno Bonilla.
El rastreo en tierra se coordinó entre efectivos de la Guardia Civil y de la Guardería Medioambiental de la Junta de Castilla y León, que conocen el terreno, con agentes y bomberos forestales además de técnicos de Incendios la Xunta de Galicia. El destino hizo que coincidieran en esta labor de búsqueda brigadistas y agentes medioambientales de Zamora que participaron el pasado mes de julio en la labores de extinción en la Sierra de la Culebra. Algunos de los brigadistas trabajaron en la zona de Sanabria pero para la mayoría es la primera vez que pisan la zona. Por no descartar ninguna posibilidad también ha habido consultas con el Grupo Especial de Actuaciones Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil por la presencia de lagunas en la zona, incluido el Lago de Sanabria.
